Me agradó este sitio, en lo que para mí es una zona totalmente inhóspita: Sevilla Este. Se trata de un elegante y sencillo bar de copas que complementa su oferta en otros horarios de menos«copeo» con helados, cafés y batidos. Tiene una terraza exterior que en verano debe ser una delicia y tengo la sensación de que no es muy difícil aparcar por aquí. Lo descubrí cuando quedamos con un grupo de amigos para tomar algo fresquito a finales de la tarde, casi ya entrando en la hora de la cena. Yo me tomé una refresco normal, pero los demás se tomaron, entre otras cosas, un batido helado de turrón que estaba muy rico, y un cóctel sin alcohol que no recuerdo de qué era pero que llevaba fruta congelada y estaba también bastante bien. Estuvimos todo el rato fuera, pero el local por dentro estaba bastante bien. Decorado para las noches, con pantallas con música(lo mismo también ponen fútbol, no lo sé), los aseos estaban higiénicos y el camarero era muy apañado.