Qi Lin Ke

No puedo creer que aún no hubiera escrito una reseña de este restaurante, si no lo he hecho antes es porque pensaba que ya estaba más que escrita. Supongo que ser un cliente tan habitual me hacía complicado pensar que no había llenado ya un texto con halagos sobre el local.
Aunque su nombre comercial es Qi Lin Ke yo siempre lo he conocido como el chino chino, desde los tiempos que la carta sólo estaba en chino e inglés y antes de que hicieran la ampliación, si antes era aún más pequeño. Lo he llamado siempre el chino chino por ofertar una gastronomía real del día a día en China, concretamente y por lo que nos contó una camarera, cocina típica de una región del sur amante del cerdo. Lo que podemos encontrar es una variedad notable de platos foráneos, con gran presencia de pastas, incluso más que arroces, y mucha carne, especialmente cerdo y pato. Yo recomiendo siempre la pasta con menudo, la panceta guisada y el tofu japonés. Aunque siempre que voy intento probar algo nuevo para ir explorando, desde las ancas de rana, cocinadas a la plancha como en España; hasta la medusa, que tampoco me mató; o la berenjena, deliciosa.
El local está decorado de forma bastante deficiente y no se encuentra precisamente en el centro, pero la calidad de su comida bien merece una visita y unos cuantos retornos. Antes era más fácil comer sin problemas, pero desde su popularización es conveniente no ir muy tarde los viernes noche y los fines de semana, pues el local es pequeño y no necesita muchos clientes para llenarse. Por suerte el servicio es bueno, aunque no demasiado educado, y sirve la comida rápido, sin que tenga señal de precocinado o recalentado en ningún momento.

Este sitio se encuentra en la «Chinatown sevillana», ya que en Marqués de Pinkman hay más locales chinos concentrados por metro cuadrado en Sevilla. Destacamos este bar oriental, que también es restaurante, y una diferente.
Los restaurantes chinos tienen menús calcados e iguales, no innovan y realmente son todos «restaurantes chinos en serie», pero este no. Aquí encontrarás platos que no verás en otro lugar, a buenos precios y con raciones la mar de generosas. Para que os hagáis una idea, yo y dos amigos pedimos unos tallarines Udon, arroz con una salsa especial y cerdo agridulce todo para compartir entre los tres, comimos de lujo y nos gastamos 5 € cada uno, por 5 € tomamos tallarines, arroz y cerdo. Todo un acierto. Los platos son grandes lo que los hacen ideales para compartir con los comensales.
La única pega es la decoración, algo cutre, y aunque ha mejorado bastante con reformas, sigue siendo un local que te choca por tener un frigorífico cerca de unas mesas entre otras cosas, es quizás que por eso le pongo un tres, pero por lo demás, aprueba de sobra.
Si quieres comer comida china de verdad, tienes que venir aquí si o si.

Si conoces la zona, te sonará un restaurante Chino en Ramón y Cajal, famoso por poner unos rollitos de primavera como mi antebrazo de grandes, por dos duros, ¿verdad? Pues si algun día quieres ir más alla y probar la comida china «de verdad», el Qi Lin Ke pilla bien cerca y tienen una carta muy variada y a precios muy muy asequibles en comparación con los precios de los platos.

A pesar de que Qi Lin Ke ha sido un gran descubrimiento gastronómico para mí, mi experiencia en este modesto restaurante de comida china no fue la explosión de sabores insospechados que yo imaginaba (tal vez lo sobreestimé demasiado).
De todas maneras, Qi Lin Ke es de los pocos sitios en Sevilla (quizás el único) que se atreve a traer la verdadera cocina del dragón oriental al mundo occidental. Y es que ir a Qi Lin Ke esperando encontrar arroz tres delicias y rollitos de primavera es una pérdida de tiempo, en su lugar encontrarás lenguas de pato y raíces de loto. Prácticamente la comida que encontrarás si decides visitar China y, como prueba de ello, encontrarás más de un grupo de chinos visitando los platos de este restaurante.
Por otra parte, los platos comprenden una perfecta relación calidad-​precio-​cantidad, encontrando siempre grandes platos que, personalmente, recomiendo compartir con un grupo a fin de poder probar todo lo posible antes de acabar extasiado.
En mi caso, todos los platos estaban buenos y la carta tiene recetas por descubrir para hartar, aunque, en mi opinión, muchas de las cosas que probé no fueron merecedoras de hacer esa gran distinción que muchos hacen con respecto a la comida china «occidentalizada» (salvando excepciones).
Un sitio que vale la pena visitar (al menos una vez) para expandir tus horizontes y, tal vez, encontrar una forma de entender la cocina que se convierta en tu favorita (no fue mi caso).
PD: Pedir la cerveza importada «Tsing Tao» es una opción muy recomendable.

Given the recent influx in Chinese immigration, notable from the numerous bazaars popping up on every street, Seville is developing its own China Town on the outskirts of the city. It is yet to boast a huge gateway similar to China Towns of large cities like London or Manchester, but you are sure to know when you are there. All signs are marked in Chinese characters: a driving school, hairdresser and doctors’ surgery… and my new find: Bar Oriental Qi Lin Ke.
The bar’s interior is basic with plastic tablecloths, dotted with bottles of red, spicy sauce and soy sauce. My friend and I were the only European-​looking diners alongside a group of Chinese teenagers and a family. The menu is vast and features dishes that you’d only find in a real Chinese restaurant, i.e. where Chinese people eat: black eggs, fried frogs’ legs and duck tongue to name a few. My friend and I were pretty hungry so hedged our bets on dishes that we were sure would satisfy our appetite and fulfill our curiosity: seaweed salad, beef noddle soup, steamed prawn dumplings and a rice ball cooked in a bamboo leaf (all sounded way more adventurous in Spanish). All (well not quite, a doggy bag was requested) were washed down with TsingTao beer. Portions were plentiful and our feast came to just over € 20.

Este restaurante chino de todos los que he ido de Sevilla reúné gastronómicamente la mejor comida que he probado. Siempre sirven bien los platos y de buena calidad sus ingredientes.
Como punto negativo sería el local que es pequeño pero acogedor.

–Producto: Chino auténtico, pero no de alta calidad.
Lo más identificativo de este lugar es que es el primer restaurante chino auténtico que veo en Sevilla. Porque la mayoría no pasan de los platos típicos que ponen en todos los chinos como arroz, tallarines, cerdo agridulce y tal. Estos platos te los ponen aquí y están igual de ricos que en cualquier otro. Pero aquí además podrás tomar raíz de loto, ancas de rana, lengua de pato, etc… Platos de la cocina china que se dejan ver menos en otros restaurantes del mismo estilo. El problema es que pese a estar presentes en la carta, a la hora de la verdad no están bien conseguidos. Se da el caso de que yo no era la primera vez que probaba estos platos, yo ya había comido ancas de rana, pato, etc… anteriormente en otros lugares. Y puedo decir que no, aquí no estuvieron a la altura de lo que uno espera cuando pide uno de esos platos. La parte que más me gustó de la comida fue que, al no poner cubiertos, tuve que recordar cómo se comía con los palillos, algo que hacía años que yo no hacía.
–Precio: Por encima del valor real de su cocina.
Creo que su precio es levemente superior a la media de la mayoría de chinos, solo levemente. Pero claro, el tema es que su cocina no merece esa leve subida y además los platos que necesitaban más cocina obviamente costaban más dinero y era donde menos te compensaba. Teniendo esto en cuenta, yo creo que al final cenar aquí te acaba saliendo caro. Por hablar de medias, un plato de tallarines son unos 5 euros, poco más de lo que te cobran en cualquier otro, pero la calidad es la misma. Y los platos como la rana o el pato se ponían ya en los 8 – 9 euros (depende del plato puede que bastante más incluso) y ahí ya debo decir que esos eran platos que, pese a ser cuantiosos, no valían ni por asomo esos precios.
–Local: Mediocre.
Es un local tirando a pequeño, visualmente muy poco atractivo, incluso para ser un chino de barrio. He visto muchos chinos de barrio con un local mucho más adecentado que este. Deben mejorar la estética urgentemente. De todas formas, todavía está lejos de ser el peor antro en el que me he metido a comer, así que tampoco os echéis las manos a la cabeza. De situación más bien regular tirando a mal porque donde se encuentra no es cerca de ningún lugar de especial interés o de paso habitual ni tiene cerca nada que te haga ir allí si no es porque vivas allí o porque el restaurante merezca la pena la visita expresa (que no es el caso).
–Servicio: Mejorable.
Fueron educados, pero no demasiado atentos. Les vi un poco despistados y sobre todo les vi demasiado agazapados tras la barra. No se movían lo suficiente, lo que hacía que tuvieses que levantarte tú a pedir un nuevo plato o una nueva bebida.
–En conclusión: Los platos típicos de comida china están igual que en todos lados pero algo más caros, así que para eso te vas a uno te tu barrio más barato, y los platos de comida china menos habituales no están tan conseguidos como para merecer la pena ni el precio ni el camino. A mi me gusta mucho la comida china, la habitual en España y la no tan habitual, pero yo no volveré.

Después de ir expresamente hasta el sitio siguiendo las buenas recomendaciones de Unilocal la primera impresión no fue nada buena. Pedimos empanadillas a la plancha, que venían quemadas, por lo que se saboreaba más el amargor que la empanadilla en sí, también unos tallarines fritos udon que en realidad eran fideos gordos, que venían en buena cantidad y estaban ricos, y luego unas ancas de rana teppen y pato asado, que en ambos venía mucha cantidad pero no tenían buena calidad, no nos gustaron nada. El pato asado, que es uno de mis platos favoritos, venía con el hueso, lo que hacía que fuese muy dificultoso de comer porque estabas todo el rato masticando huesos.
Los camareros no servían las mesas, se quedaban en la barra, había que ir a la barra a pedir lo que necesitabas. El establecimiento es cutre y deprimente y muy pequeño, apenas 5 mesas. Además, había mucho ruido entre el volumen de la tele y el de los comensales asiáticos que estaban en las mesas de al lado conversando a gritos y jugando con el móvil a todo volumen. El precio final fueron unos 30 euros, que me parece muy elevado para la calidad que teníà la comida. He probado mejores chinos, más baratos y con mejor calidad y mucho mejor ubicados.

Qui Lin Ke es «el chino auténtico de Sevilla». Situado en la calle Marqués de Pickman, la pequeña «chinatown» de Sevilla, es un local frecuentado por los residentes de este país en Sevilla y es frecuente verlos allí almorzando o cenando rodeados de su familia, aunque no tienen ningún problema en recibir a «locales» en su restaurante.
El local cuenta con bastantes mesas (sobre todo tras su ampliación) y la decoración todo lo demás es bastante «casero» al estilo chino.
La carta, escrita en chino, y con pequeñas traduciones (algunas no muy acertadas) al español, ofrece infinidad de platos diferentes y variedades específicas de la región de China de donde proceden los dueños del local. En mis distintas visitas he podido probar cosas diferentes y por ahora, solo he encontrado un plato que no me ha gustado: la «pizza china» (no sé lo que será en realidad pero en la carta viene así escrito). Sin embargo, he encontrado bastantes que me han gustado mucho, en especial la raíz de loto fresca salteada que viene con una salsa algo picante y que es uno de los productos de la gastronomía china que he descubierto gracias a este sitio. Además de este plato también he probado las gyozas, el pollo con curry y arroz y el pollo won bao entre otros y todos me han gustado mucho. Las raciones son bastante abundantes, por tanto, este sitio es perfecto para ir en pequeños grupos y compartir los platos.
En cuanto a precios, es un sitio bastante barato, aunque claro, tienes que confiar en lo que la camarera te diga ya que la comanda la entregan en chino.

La zona de Gran Plaza y mas en concreto la Avda Marques de Pickman, cuenta con una gran comunidad china que regenta de forma habitual este establecimiento. Ambiente chino 100%: personal, clientes, carta traducida, comida cruda expuesta en la barra, cocina con puerta abierta a la calle, mesas con mantel de plástico, servilleteros de los de casa, novela china en la tele, etc
La carta es amplia, así que habrá que volver muchas veces para poder probarlo todo. Nosotros fuimos 4 personas y pedimos 4 platos para compartir, asesorados cuando lo requerimos por el camarero. Los platos son grandes y por lo general todo muy rico, aunque si no sois mucho de piqué, advertirlo previamente (pedimos dos botellas de agua para contrarrestar). Los precios son bastante asequibles, nosotros pagamos 6.5 € por cabeza (sin postre).
Como consejo: pedid cuenco para echar la comida, es mucho más fácil a la hora de comer con los palillos

En las profundidades de la Chinatown sevillana se encuentra Qi Lin Ke, un restaurante chino de los de verdad, de esos en los que hay cosas que no sabias que existían, cosas que dan un poco de repelús, cerveza china, chinos que te entienden a medias y cuentas escritas en chino. Sí, sí, muy chino todo.
La comida estupenda, puedes encontrar desde pollo al curry hasta raíz de loto pasando por lenguas de pato (esto me dio un poco de reparo y no lo probé). Todo lo que comí estaba riquísimo. Os pondrán, por defecto, palillos pero no dudéis en pedir cubiertos aunque el chino os mire con cara de sorprendido.
De precio también está bastante bien, la última vez 7 € por cabeza (aunque fuimos 18, así que lo mismo en grupos más reducidos sale un poco más caro).
Notas:
1. No podréis revisar la cuenta a menos que sepáis chino, llevéis un traductor o estéis con el señor chino media hora aclarando la cuenta.
2. Si pone PICANTE, es que pica de verdad.
3. No olvidéis pedir cuencos para poder tomar el arroz si os atrevéis con los palillos.
4. Si vais 12 personas (aprox.) llamad antes y reservad la mesa redonda con superficie giratoria ;D

Localización y ambiente
El comúnmente conocido como el chino chino de Sevilla, no podía estar localizado en otro sitio. Hay dos zonas de Sevilla donde la comunidad china se ha establecido creando sus pequeños «chinatown», y una de ellas ha sido Marqués de Pickman, donde se ubica este bar. Hace algún tiempo sólo veías entrar en el local a gente asiática, pero hoy en día es común ver a bastantes españoles en el mismo. En cuanto al local, no esperéis gran cosa, pero bueno, no se viene por el local. Puntuación 2.0.
Cocina
Sin lugar a dudas, entre su carta puedes encontrar platos que difícilmente verás en otros restaurantes chinos de Sevilla. Después podrán gustar más o menos, pero sí como a mi te gusta probar cosas diferentes, este es tu sitio… podrás probar la raíz de loto o la lengua de pato, entre otras especialidades. He de decir que he probado ambas y que ninguna de las dos me ha emocionado, pero tanto por textura como por sabor son diferentes.
He probado también otros platos como pollo gong bao, los tallarines fritos con marisco, las costillas agridulce, tiras de carne con salsa picante, tofu, udon frito… todo estaba bueno, aunque el udon y el tofu me convencieron menos, pero nada de ello espectacular… digamos que son platos que se salen del típico cerdo agridulce o ternera con salsa de ostras… pero lo que más me ha gustado de ese sitio son las empanadillas a la plancha acompañadas de la salsa picante roja que ponen en la mesa… es quizás el plato más simple, tan solo empanadillas rellenas de carne, tipo gyoza, y a la plancha, pero creo que es el que pediré siempre que vaya. A destacar también los tallarines con marisco. Puntuación 3.5
En una futura ocasión espero probar la sopa, y algo de pato, que es lo que queda pendiente de la carta.
Bebidas
Para beber siempre cae cerveza china Tsingtao.
Servicio
El servicio suele ser rápido y atento.
Precio
El precio de casi todos los platos está alrededor de cinco euros, y el de las bebidas debe rondar el euro. Ciertamente de la cuenta será difícil que extraigas la información porque viene en chino… literal :). Por unos 7 o 10 euros puedes quedarte más que satisfecho con un par de bebidas. Puntuación 4.0
En definitiva, un sitio con platos diferentes que merece la pena al menos probar, aunque hay que ir con la mente abierta. Puntuación global de 3.0.

Después de años pasando por la puerta al fin he podido probar auténtica comida china en Sevilla! No sabía de su existencia hasta hace poco y me ha sorprendido gratamente. Ya había probado comida china «de un chino donde comen los chinos» y me encantó, nada que ver con el típico chino al que estamos acostumbrados donde el menú consta de rollito de primavera, arroz tres delicias y cerdo agridulce. Nada que ver, para empezar, siquiera tienen rollitos de primavera o yo no lo vi en la kilométrica carta donde si es tu primera vez, te pierdes fijo.
En la extensa carta, escrita primero en chino, después en español, encontramos desde el arroz blanco, hasta platos de rana, lengua de pato, medusa, flor de loto o verduras de cuyo nombre no puedo acordarme. Yo fui «valiente» y me atreví con la lengua de pato, y hasta estaba rica. Además, probamos el pato, el pollo con arroz y verduras, la raíz de flor de loto que estaba hecha a la plancha, udón (muy muy bueno), tofu…
Respecto a las cantidades, ponen bastante, para una cena nos dio con 5 platos para 7 personas y comimos bastante. Si se va en grupos es lo ideal, pedir varios platos e ir probando de todo, ya que los platos los llenan bastante y con un plato hay para alimentar a medio regimiento. Además, se puede ir en grupos grandes ya que desde que ampliaron se puede reservar para grupos.
Los precios muy baratos. La comanda en chino, si te meten algo de más no te enteras pero como son los chinos posiblemente nunca jamás en la vida se equivoquen, que son muy suyos para eso.
Todo un acierto para los amantes de la comida asiática.
¡A partir de ahora sacaré mis mejores palillos, he descubierto Qi Lin Ke!

¿Qué significa Qi Lin Ke? Puede que nunca lo sepamos, como tampoco sabremos qué significa lo que nos han cobrado en la cuenta, la cual está escrita en un perfecto chino (o igual tiene faltas de ortografía). Aceptando lo divertido del asunto, no quita que me parezca un fallo no poder revisar si hay algo en la cuenta que hayan cobrado de más (o de menos, las veces que me ha pasado, he avisado igualmente). Es de las pocas reseñas en las que empiezo por lo malo, pero esto es casi lo único negativo en mi experiencia en este restaurante chino tradicional. Todo lo que viene a continuación va a mejor.
El restaurante se localiza en una zona poco afortunada y poco agraciada, la avenida Marqués de Pickman, una especie de avenida-​mercadillo. Por lo tanto, Qi Lin Ke destaca entre zulos donde hacen kebabs, tiendas de ropa para hacer trapos y pollerías insalubres. No obstante estoy reseñando una joya de tradición, buena gastronomía y servicio eficiente.
Ante la dificultad que plantea para cualquier hostelero, dar de comer a los 17 estómagos rugientes con los que acudí, la respuesta no pudo ser mejor por parte de las personas que llevan este restaurante. Nos tenían preparada nuestra mesa antes de que llegáramos y, sorprendentemente, los platos salían rápido. Quizá me quede con los tallarines que probé, que estaban buenos y suaves, muy en su punto. Las raíces de loto fueron la sorpresa, nada mal, con ligero picante; el arroz al curry estaba simplemente delicioso; y las tiras de carne con salsa Yu Xian… no estaban malas, pero cuando ya llevas un rato comiendo, el picante envuelve todo tu paladar. Tuve ocasión de probar las lenguas de pato, y aunque son un bocado algo seco, el sabor es bueno.
El resultado de salir lleno hasta la bola y de manera muy satisfactoria fueron 7 € (propina incluida), una «miseria» teniendo en cuenta la manera en la que fuimos todos atendidos y la calidad de lo que nos pusieron por delante.

Vine impulsado por las criticas de la peña y la curiosidad de comprobar con mis propios ojos todo lo q contaban. Si. Es un restaurante chino para chinos. Me sentí como si me hubiese hecho 10.000 km con cruzar una puerta. La inmensa mayoría de la clientela era de origen asiático. La lengua castellana brillaba por su ausencia entre los comensales. Eso si, la persona que te atiende, se defiende. En la carta no encuentras cosas raras como «la familia feliz» y toda esta traducida. Recomiendo el Udon frito (con verdadero fideo udon, nada de tallarines raros). El pato es es como lo he probado en todos los restaurantes chinos a los que he ido. Bucearemos más en próximas visitas.

Me habían hablado muuuucho de este restaurante chino y la verdad es que había escuchado un poco de todo: que si muy rico, que si algunos platos eran imposible de comer, que si… que si… Y era un lugar que tenía ganas de probar pero que iba posponiendo un poco también por miedo a qué encontrarme.
Al final fui aunque con ese pequeño miedo, no innové demasiado en lo que pedí, eso si… ¡acierto de comida!
Es cierto que lo primero que me llamó la atención al entrar en el local es que todos los comensales eran chinos (o asíaticos. I don’t know). Algo que te hace pensar «pues si que debe ser comida auténtica»…
Fuimos tres personas y pedimos 3 platos a compartir. Cantidad en mi opinión perfecta para acabar saciados pero no sintiéndonos como unos gorditos. La cena la acompañamos con cerveza china, para ir introduciéndonos en el ambiente. Para comer, fideos fritos anchos con marisco, arroz con gambas y salsa de ostras y pollo combao (no tengo ni idea de cómo se escribe) Y la verdad… ¡A cada cuál más rico! Por orden, me quedo con los fideos, el pollo y el arroz. Todo muy sabroso, bien hecho y bien servido en cuanto a cantidad.
Tras este primer encuentro, estoy con ganas de volver a ir, y esta vez, arriesgarme un poco más en la elección de los platos…
Pd: cuando me iba me fijé que casi todas las personas que estaban allí habían pedido alguna sopa para comer, lo que me dio que pensar. Vamos, que el próximo día pido una a ver qué tal ;D

Mi reconciliación con la comida china llegó por todo lo alto con Qi Lin Ke. Estuve una vez hace más de un año, creo recordar, y no terminó de gustarme demasiado, porque mis elecciones no fueron las más acertadas. Y es que es cierto que hay platos picantes hasta morir que te pueden matar el sabor de todo.
La última vez que estuve fue porque hicimos una expedición Unilocaler, un grupo de 7 personas, y aluciné. Me vino muy bien que fuese un grupo tan grande porque pedimos unos seis y siete platos distintos y pude probar de casi todo. Gracias a esto, además, descubrí platos que no habría pedido en otras circunstancias y me enamoré profundamente de casi todo lo que probé.
Con la ampliación de local se le ha dado un clima algo más de restaurante, sin perder su punto tradicional e íntimo. Además, tenían por allí colgada la carta que reciben desde Unilocal los locales con muy buena puntuación. Un detalle, oigan.
Sí, es verdad que ir con un grupo de españoles a este sitio hace que pierda la magia. Ya sabéis cómo somos: ruidosos, charlatanes, acaparadores, sociales, indecisos… Vamos, que somos de llamar la atención sin querer. Sin embargo, los dueños o trabajadores del local no parecían estar molestos, todo lo contrario, lo que me dio bastante tranquilidad. No soy una persona que ignore las malas caras y puede disfrutar de una comida así.
En definitiva, mi experiencia fue más que maravillosa, además de por la increible compañía que llevábamos, también por el sabor y bien hacer de los platos. Sólo las empanadillas estaban un poco pegadas de la plancha, pero incluso buenas.
Muy buen descubrimiento la raíz de loto y el pollo en salsa gon bao, además del tofu, con el que me reconcilié gracias a esta expedición.
Resumen: estoy deseando volver.

Vuelvo por tercera vez y esta vez con sorpresa, han renovado el local, ahora se ve mucho mejor y hay mas mesas dentro.
Parece que han actualizado un poco los precios y han puesto nuevos platos foundie.
El sitio ahora luce mucho mejor y la comida esta igual de buena.
La unica pega… los manteles clásicos animal print de vaca han desaparecido, una pena porque eran muy top.

¿Quieres comer en un chino? ¿Qué no sabes que es Qi Lin Ke? Si te gusta la comida china y no has ido a este sitio es como… No sé… Gustarte una parrillada de carne pero sin carne, o un Gin&Tonic sin Ginebra…
A pesar de su ambiente (chino), su decoración (ausente), se acaba de convertir en uno de mis restaurantes favoritos, y lo digo totalmente enserio.
¿Precio?: Muy buen precio
¿Cantidad?: Bastante bien despachado por plato
¿Sabor?: Para que te hagas una idea… ACABO de probar la comida china, lo de antes era mentira…
¿Carta?: ¿enserio? Eso no se puede considerar carta como tal, es una ¡¡¡enciclopedia!!! gastronómica
Probamos los Undo, empanadillas a la plancha, carne en tiras con salsa XXXX (no recuerdo el nombre… Pero sonaba china) y el pinchito de salchicha china… Todo ello acompañado de dos cervezas de importación, o locales, según como lo veas, porque ir allí me ha recordado a una película que aparece china y su restaurante, vamos, que entrar y es teletransportarse a China quitando los inconvenientes de maletas, aeropuertos, facturar, y largas horas sentado…
Lo recomiendo encarecidamente, aunque desde fuera lo primero que se te ocurra es salir corriendo o ir a tomarte un «Almax» por si las moscas, pero enserio, es increíble! TENEIS QUE IR

Una experiencia para los sentidos! Lo primero que recomiendo es ir con la mente bien abierta, dejar fuera los prejuicios y nunca juzgar por la apariencia (consejos que comparto para otras experiencias en la vida).
Cuánto lamento haber creído tantos años que me gustaba la comida china! Hasta que he visitado este local no he sabido realmente lo que era la comida china. Buenas cantidades, sabores nuevos y magníficos precios.
Llama la atención su ambiente, casi todos los comensales eran chinos, su televisor mostraba la tv china… La carta es digna de mención, una variedad enorme de platos típicos chinos y la atención de los camareros muy cordial y atenta.
Con una carta tan extensa solo me quedan dos opciones, arriesgarme y pedir lo que surja o hacer caso a las recomendaciones de otros Unilocalers, opté por lo segundo y la verdad es que ha sido una excelente elección. Udón frito con verduras, empanadillas chinas en salsa picante, tirillas de carne y salchicha típica china todo ello acompañado de unas cervezas de importación china lógicamente.
Seguro que repito, me ha encantado!

Muy bueno. Me gustó muchísimo este sitio que descubrí gracias a Miguel, un Unilocaler recién llegado que es fan absoluto de este restaurante de comida china tradicional. Ahora entiendo el por qué. Cuando uno llega a Qi Lin Ke y lo ve desde fuera piensa que, quizá, puede haber alternativas mejores por la zona. Cuando entra, se reafirma en ese pensamiento. Pero cuando te sientas y ves la enorme carta de platos exóticos y que el local está repleto de chinos comiendo acabas concluyendo que, mejor, no te lo pierdes.
En nuestro caso, llegamos cuatro personas un sábado a las 14h y nos atendieron rápido y sin problemas, en una mesa algo estrecha pero suficiente para nosotros. En general optamos por pedir un plato cada uno, que si no recuerdo mal fueron tofu picante, udon frito, tiras de carne con salsa picante y arroz con verduras y curry. Todo estaba delicioso y el picante, efectivamente, era picante.
¿Y de beber? Albóndigas. No, es broma. De beber nos tomamos unas cervezas chinas bastante ricas que ahora no recuerdo cómo se llaman y que al ser de importación costaban dos euros. Los platos de la carta oscilan entre los tres y los cinco, de media, aunque hay algunos más caros por ser especialidades o rarezas como pato, rana, medusa, etc…
En total, con las bebidas algo más caras, creo que la cuenta salió a unos 22 euros en total, un precio rematadamente bajo para lo que comimos en cantidad y creo que en calidad. Sin duda, volveré pronto para probar muchos más platos del gran menú que tienen.
Eso sí, si vienes buscando el clásico chino de rollitos de primavera, arroz tres delicias y semejantes… olvídate. Este no es tu sitio.