Polvillo

Mi sitio de comprar el pan desde hace años. Siempre tienen ofertas y el pan está muy rico.
Tienen una sección de bollería/​pastelería tanto artesana, muy rica, como industrial.
Hacen bocadillos, un clásico para ir a las excursiones del cole era pillar aquí el de tortilla de patatas con mayonesa, mmmm, yummy! Aunque mi preferido era el de salami y queso.
Embutidos, patatas fritas, bebidas… Un pequeño desavío en toda regla.

Hoy en día no se encuentra pan en condiciones en ningún sitio; la gran mayoría están chiclosos o si los compras a última hora están ya medio duros. Polvillo no es que sea una excepción, pero dentro de todas las opciones, es el que tiene una mayor variedad y el precio no es caro. Además, tienen ofertas bastante económicas. Por recomendar alguna de sus variedades, me quedo con el de soja o el de semillas.

Uno que no es mayor tampoco puede comparar con lo que había antes, pero para mi siempre ha sido la panadería del barrio (tampoco había mucho en la zona). Desde pequeño he ido allí a comprar pan, es el sitio donde me conocen y también me fían algo de dinero si no tengo suficiente (para algo sirve que lleves años y años comprando allí).
El encargado se llama Manolo y aunque ponga cara seria es un cachondo. Si eres nuevo seguramente no hará bromas pero los que ya le conocemos sabemos como es. El resto de personas que atienden son chicas y aunque siempre tienen a varias fijas las caras de algunas van cambiando.
El pan no es el mejor del mundo, los hay de más nivel, pero es barato y no siempre se puede comprar pan algo más caro. Atiende estupendamente y como es una tienda que tienen muchas cosas de alimentación aprovechas y compras cosas que necesitas en casa. A descatar los bocadillos que hacen porque que te salvan de más de un apuro cuando tienes que irte de viaje y se te ha olvidado preparar algo para el camino.

¿Quién no conoce los famosos panes del Polvillo en Sevilla? Mis ex compañeros de piso solían llamarlo el pan chicle, porque cuando compras los bollos están inflados pero en cuento los abres o los cortas se deshinchan.
La verdad es que una de las cosas que más hecho de menos en Sevilla es el buen pan. En esta ciudad abundan las tienda de comestibles tipo Polvillo donde te venden un pan bastante malo. Y las pocas panaderías que hay con mejores opciones suelen ser bastante caras. Es muy difícil en Sevilla comprar una barra, una chapata o un pan grande, sin embargo andaluzas, vienas y baguetinas abundan por doquier.
Reconozco que a pesar de todo suelo ir con bastante frecuencia al Polvillo a comprar varias piezas de pan. Porque una de las cosas buenas que tiene el pan chicle es que si lo congelas y lo descongelas sigue estando igual de bueno o malo (según se mire) que estaba cuando lo compras.
A parte de eso, todos los establecimientos del Polvillo son diminutos supermercados que venden comestibles, aunque estos no son especialmente baratos. Y los que tienen un pequeño servicio de charcutería (centrados sólo en embutidos y fiambres) te hacen bocatas también, eso sí, pagas el pan por un lado y el embutido, por otro.

Sé que hay varios de estos en Sevilla, pero yo no me había parado a comprar en uno hasta hace muy poco. Lo tengo justo debajo de casa y su pan me encanta. No es que sea pan de horno de leña pero mejor que la mayoría de pan de otros establecimientos de la zona si que es.
Mi pan favorito es la típica andaluza, con eso hago yo el agosto a la hora del almuerzo. Son varias mujeres las que te atienden y son muy agradables todas, con ese arte característico sevillano.
Aunque lo que más me gusta, es cuando vuelvo a casa entorno a la hora de la merienda. Nunca meriendo pero a veces… me puedo el hambre. Me pasó por alli y venden el típico dulce de la pantera rosa. Que está de muerte. Dos por un euro. Que contenta se pone mi hermana cuando me ve aparecer. A ella le pirran igual que a mi y me cita a un MC sevillano, Toteking que en una de sus canciones decía algo así como: «yo solo doy mi vida por dos cosas, una es por mi y otra por los dulces de la pantera rosa».
Que ganas tengo de que llegue la hora de la merienda…