Un lugar mítico de mi tiempo libre durante la época universitaria ha sido el Pascual. ¿Eres capaz de nombrar algún sitio donde a mediodía los botellines de cerveza cuesten 60 céntimos? Pues imagínate, iban saliendo y saliendo hasta que te dabas cuenta de que no te cabían más en el cuerpo y se antojaba más una siesta en el césped que ir a clase(y no pienso decir cuál de las dos cosas hacía finalmente). Aparte de la cerveza te puedes pedir muchos platos para comer. Ninguno es sobresaliente, y no es que sea un gourmet, pero el efecto microondas sobre comida fría y recalentada creo que todos lo reconocemos. A pesar de ello, en lo que se refiere a comida española anímate con la creppe de queso y gambas, y luego el brie frito. De los platos propiamente mexicanos te aconsejo mejor los tacos y las cazuelas. Los precios son razonables. Las ganas de pasarlo bien ya dependen de ti, querido cuate.