Mi madre, en parte por aburrimiento o en parte por algún otro motivo, es muy dada a las mudanzas. Nuestro primer hogar estaba muy cerca de esta pastelería por lo que mi primera tarde de cumpleaños fue de allí. Desde entonces es tradición que todas nuestras tartas de cumpleaños sean de allí. Mi madre manda a mi abuelo(que vive muy cerca) una semana antes del cumpleaños a encargar la tarta y después nos manda a nosotras a buscarlas. Con mi cumpleaños y el de mi hermana pequeña no ha problemas porque son en febrero y julio, y la cosa está muy tranquila, pero en cumpleaños de mi hermana mediana es el 24 de diciembre, por lo que a la que le toque ir a buscar la tarta sabe que se va a comer el marrón de tener que esperar allí bastante tiempo, porque la gente esos días están allí como locas comprando pasteles para las fiestas. Cuando han sido tartas infantiles han puesto como una capa de azúcar de colores con muñecos representados lo que hace las delicias de los más pequeños. Las tartas no han variado en treinta años, muy buenas las de yema y nata y la de trufa.
Lucía V.
Classificação do local: 4 Sevilla
Confitería central en el barrio, Pallares dispone de un amplio local, que puede resultarte una copia de otros muchos que hayas visto por ahí, pero lo importante aquí no es el entorno sino el objeto dulce, pequeño o grande, que te pondrán ante los ojos. Yo quería comentarlo por sus roscones de reyes, que también son famosos(como sus tartas) y en especial los mini roscones, moda de los últimos tiempos para quienes quieren controlar su glotonería.
Andrea G.
Classificação do local: 5 Sevilla
Nunca la Semana Santa había sido tan dulce con esta famosa pastelería artesana en la Macarena, donde se prepara una increíble variedad de tartas alusivas como verdaderas obras de arte que cuesta dañar para comer. Lo cierto es que en esta época no cabe ni un alma y lo empleados trabajan contra reloj ante la cantidad de encargos y ventas en el local. La representación de los pasos es lo que más se ve a través de los cristales de la vitrina, pero también crucifijos y otros iconos religiosos propios de esta tradición. Impresionante el trabajo que realizan y lo buenas que están. También se consiguen torrijas, pasteles tradicionales, postres y muchas cosas más para deleitar el paladar a la hora de la merienda o del desayuno. El local es amplio con sillas y mesas dispuestas alrededor para quienes quieran disfrutar in situ del sabor de un buen café con tarta o de los que simplemente quieran ser testigos de la procesión de pasos de harina y chocolate, generalmente bien expuestos y alineados en las estanterías. Un espectáculo para ver, oler y, por supuesto, saborear!