Los Tunantes

Llegamos a este sitio por casualidad, y supimos que llevaban abiertos muy poco tiempo. Todo lo que comimos estaba muy bueno y además la atención fue muy cordial. Como era domingo pudimos probar un arroz del día, que estaba riquísimo.
El bar es muy acogedor y además tiene una terraza exterior muy grande, para las noches de buen tiempo. Como es una esquina, casi todas las paredes son ventanas acristiladas, que hacen del lugar un bar muy luminoso.
¡Recomendado!

Un bar tradicional de barrio que ha añadido a su carta varios platos más sofisticados (tipo gastrobar). La calidad es bastante buena y el precio asequible. Merece la pena si estás por la zona de Los Carteros en Pino Montaño.
Muy recomendable el provolone al estilo «los tunantes».

Estupenda taberna para tomarse unas tapas. De precios sencillamente genial, además tienen una carta muy original de tapas, no es lo típico que te esperas que suelen tener en casi todos los sitios, además de que los platos van bien servidos.
Tienen terracita o dentro (con el bochorno que hace ahora en agosto, se agradece dentro con el fresquito).
Son rápidos a la hora de servir, además de que los camareros son muy amables y atentos, preocupándose de que todo esté bien.
El queso de cabra con mermelada está espectacular, sobre todo para mí, que me encanta el queso. También recomiendo las papas tunantes o algo así. Yo lo probé una noche y a la siguiente volví, y seguro que vuelvo! ¡Muy recomendable!

Voy mucho a desayunar y en este aspecto son solo correctos. Tienen los desayunos típicos, sin mucha variedad. El punto a favor es que por la zona los desayunos son sencillamente desastrosos. El punto negativo es que tienen una pantalla enorme y en lugar de poner noticias, que sería lo normal cuando estas desayunando, la usan para poner música flamenquita o de Semana Santa.
Respecto a comer, fantásticos. La comida es muy buena, aunque no esperes precios bajos. Están en consonancia con la calidad que ofrecen. Los montaditos son espectaculares y los fritos y los aliños también. La presentación es muy buena.
Otro punto a su favor es el trato de los camareros. Son excelentes.

¡Vaya SORPRESA! Sí, sí. Sorpresa en mayúsculas, de estas sorpresas que no te esperas (las mejores), una de esas sorpresas que no puedes hacer otra cosa que recomendar.
Llegue a este local por casualidad (bendita casualidad), tras pasar de cerveceo por un par de bares antes y lo primero que me sorprendió fue el nombre: Los tunantes; y creo que es un nombre que está en perfecta consonancia con el local, algo transgresor y clásico a la vez.
Pedimos unas cervezas y un par de tapas que realmente nos llegaron a sorprender, tanto por la presentación, como en calidad y sabor (que cosa mas buena), especialmente las «patatas a lo tunante» (o algo así), que eran algo fuera de lo común.
Nos atendieron genial, con mucha amabilidad y de una manera muy profesional.
Me quedé con las ganas de probar mas cosas de la carta… así que haré, dentro de no mucho, una nueva visita.
Da gusto que aparezcan locales con ganas de ofrecerte algo diferente y de marcar, de alguna manera, la diferencia en algo tan habitual como los bares de tapas.

Bar Los Tunantes es un bar situado en una amplia avenida. Para aparcar es comodísimo, así que no nos costó nada decidirnos a ir. Encontrar aparcamientos es muy fácil, así que esa no será excusa para que no vayas.
La comida es deliciosa. A mi me gusta mucho la caballa, y aunque ya habíamos pedido varias tapas, no me quería ir sin probar este plato. La presentación con esos tomates asados, ajo negro, y un poco de salsa curry, estaba tan deliciosa como la caballa. Un espectáculo para el paladar y la vista. También tomamos un rollito de pollo al curry que estaba espectacular, aunque si te gusta que piqué mucho, deberás decírselo a la camarera, porque este tenía un sabor suave, dentro de tanto picante.
Y si hace calor y quieres refrescarte como yo, no puedes dejar de probar el Salmorejo de remolacha. No es la primera vez que lo tomo, pero en el Bar Los Tunantes lo hacen delicioso, muy sabroso. Además, con una ramita de cebollino y unas lascas de queso, que le dan un sabor espectacular.
La atención es muy buena, son amables, correctos y cordiales, y como hace muy poquito que han abierto, seguro que los que estaban allí también lo estaban probando como yo. ¡Muy recomendable!