Este es el típico bar de desayunos en el que no te vas a aburrir en tu vida, básicamente porque todas las mañanas está repleto de personas(los que van con prisa, los que tienen todo el tiempo del mundo, los que se quedan en la barra acodados charlando con el camarero). Es un sitio mediano y estrecho. Tiene algunas mesitas en su interior y suelen poner veladores fuera(aunque a ciertas horas de la mañana con el relente no hay quien se siente en la calle ni aún teniendo un café bien caliente a mano). Incluso te puedes asomar desde la calle a la ventanilla grande del bar desde donde también sirven. En cuanto a sus desayunos os puedo asegurar que están bastante buenos, aunque no se salen de lo común. Tienen toda la variedad que te puedas imaginar para acompañar tu tostada(jamón de york, jamón, tomate natural, manteca colorá, etc.), y efectivamente el café es bebible(teniendo en cuenta que eso no suele ocurrir en la mayoría de cafeterías). El zumito de naranja está bastante rico y se nota que es recién exprimido. Por unos dos euros te vas más que satisfecho. Si estás por la zona de la Macarena o tienes que acudir al Hospital(espero que por nada grave) recuerda que en Los Pibes tendrás un rincón agradable donde comentar tu última anécdota con un buen café en la mano.