Jentoft

Una vez, un día de estos taaaan agradables de verano aquí en Sevilla, hicimos quedada y tuve que acompañar a un amigo a buscar alojamiento.
No, no soy una rancia que no aloja a sus amigos. Es que, muchos contratos de alquiler de pisos de estudiantes solo van de septiembre a junio y el verano cada uno en su casa y dios en la de todos.
La verdad es que fue un poco raro buscar alojamiento en la ciudad donde ya llevaba viviendo unos cuantos años, pero estuvo más o menos divertido y me sirvió para conocer algunos sitios, que siempre está bien eso para cuando alguien de fuera pregunta.
Este hostal está en una de esas calles estrechitas que une la calle Arjona con Radio Triana. Pero está bastante a la vista. Subimos las escaleritas estrechas y al preguntar por una habitación, nos fueron enseñando algunas de las que había disponibles. Tenía todo un aire como lúgubre, pero a la vez acogedor. Se trata de casi un laberinto de pasillos estrechos en los que se reparten habitaciones pequeñas.
La verdad es que el señor que nos atendió se portó bastante bien, pero mi amigo decidió prescindir de los servicios de este sitio porque la habitación más pequeña le costaba unos 80 € (debe ser que el verano es temporada alta también en Sevilla, aunque no haya playa). Así que ahí se acabó mi aventura de cotilleo en el Jentoft y en sus laberínticos pasillitos.