Isolde Café

Isolde es un sitio genial para pasar un rato tranquilo. Yo valoro mucho los lugares donde puedes estar relajado, sin prisas y sentirte como en casa o de forma muy acogedora.
Isolde es una cafetería, con mesitas en el interior y también fuera, donde puedes ir a desayunar o también por la tarde y tomar alguna copa si quieres. Con una decoración vintage, muebles todos diferentes, y grandes ventanales a la calle puedes disfrutar de un rato en buena compañía.
Una de las mejores cosas que tiene es que hacen por encargo todo tipo de tartas dulces y saladas, que puedes encargar o tomar allí. Emparedados, pastel de carne, pizza casera, quiche, tartas caseras de chocolate, queso, nata, croquetas…
Yo fui a tomar algo, y no tuve el gustazo de probar ninguna de estas delicias, pero me lo he guardado, porque tienen muy buena pinta. Eso sí, si quieres hacer algún encargo tienes que hacerlo con 48 hrs de antelación, y abonar el 50% del pedido.
Si quieres conocer un sitio nuevo por El Porvenir, original y tranquilo, te lo recomiendo. Yo espero repetir pronto, ¡me he quedado con ganas de más Isolde!

Buscábamos una cafetería por la zona donde tener una pequeña reunión de trabajo y fuimos a parar aquí. Me sorprendió encontrarme un sitio tan agradable y coqueto en esta zona, repleto de bares, cervecerías y locales más miarmeños de lo habitual.
Es un local pequeño, bien decorado y con un estilo muy agradable, en el que las camareras sirven amablemente lo que les pidas, siempre con una sonrisa. Aunque principalmente sea una cafetería, también disponen de una vitrina donde los dulces, los pasteles y las tartas comparten hueco con algunos platos de comida para llevar. Cuentan, además, con un servicio de comida a la carta para recoger, ideal para quienes lleguen un día estresados sin tiempo para hacer de comer pero les apetezca estar en casa y comer bien.
Como principal pega le veo que no tienen WiFi, lo que impidió que nuestra reunión de trabajo se desarrollase como quería, pero bueno. Para el cafelito está genial :)

Estupenda cafetería en estupendo sitio de Sevilla. ¿Problema? Que, tal y como nos confirmó una de las camareras, lleva poco más de un año pasando desapercibida a los ojos de los que solemos estar por la zona; desde hace unos meses lo han mejorado gracias a los veladores que puesto a su entrada y, cierto es, ya que fue el motivo por el que reparamos en ellos, siendo imposible pasar de largo.
Me parece estupenda, y no sólo por lo que ofrecen (todo lo propio de una cafetería y además, tapitas y cervezas para el momento del «piscolabis»), sino también por los detalles con los que cuidan el servicio, la atención de sus camareras y lo acogedor y original del local.
De sus curiosidades: los cuencos con terrones de azúcar, el modo de servir la mantequilla en los desayunos y los cubitos de hielo de café (esto último, idea de una de las camareras para evitar el café aguado)
Y bueno, un detalle también curioso es el hilo musical, en su mayoría estilo música clásica, que hace el momento del desayuno aún más relajado, ¡para empezar el día con buen pie!