Desde su fundación como parroquia este templo ha evolucionado en su concepción formal desde el siglo XIII hasta el XX, si consideramos la Basílica del Gran Poder como un templo adosado físicamente pero independiente en tanto a su organización interna como parroquia. Cuando fui vecino del barrio me dediqué a hacer varios trabajos voluntarios para un profesor de mi facultad acerca de la iglesia de San Lorenzo. es uno de los templos que más estilos superpuestos alberga en convivencia. Es un templo de importante tamaño, este volumen se lo ha dado las numerosas modificaciones estructurales que ha sufrido a lo largo de sus siglos de vida. Ha día de hoy, en su forma exterior predomina el barroco del siglo XVIII, un barroco no demasiado exagerado pero muy tradicional de la ciudad en la época. Sin embargo, la estructura interior del edificio delata su pasado mudéjar, las naves articuladas y separadas mediante arcos apuntados con una ligera forma de herradura. Todo revestido de elementos decorativos posteriores. El retablo fue armado y diseñado por el célebre Martinez Montañés(S.XVII), de estilo clásico-monumental, dividido en paneles que le convierten en el modelo de retablo historiado como compuesto a base de viñetas. También hay pinturas de Francisco Pacheco, de las más acertadas de este no demasiado buen pintor pero si inigualable tratadista del XVI. Las imágenes procesionales de la Soledad de San Lorenzo o el Cristo de «La Bofetá» completan el conjunto.