Hermanos Gómez

es un bar,con poca limpieza,ha subido precios,y calidad muy baja.

Estoy viniendo a desayunar a este bar con frecuencia últimamente. Vengo porque es barato y me pilla cerca, lo cual me viene bien cuando voy justo de tiempo. El problema es todo lo demás.
Lo más grave es que en dos semanas que llevo yendo, casi todos los días el jefe le está echando una bronca a alguno de sus empleados o a todos, muchas de ellas a grito pelado. En mi opinión los camareros trabajan muy bien, pero el jefe no debe estar contento con ellos por alguna razón. Ya digo, es casi todos los días que voy, y como no creo en las casualidades, dudo que las broncas se ciñan a la hora concreta a la que voy yo.
El local es grande, con una buena terraza. Yo no voy a disfrutar del sol por la mañana, voy a desayunar con el tiempo justo así que me suelo sentar dentro, que también hay espacio, pero por las mañanas se les acumula el trabajo con los desayunos y, al ser un sitio tan grande, las mesas suelen estar sucias.
Yo me suelo pedir una entera, solo con mantequilla, y un café con leche, y cuesta dos euros. Es barato. Por cierto, otra cosa que no falla, cada vez que voy, es que alguien va a pedir más leche fría para el café o a pedir que lo cambien de vaso. Yo estoy acostumbrado, y me gustan, a los cafés calientes, pero los que ponen ahí formaban parte de la lava con la que se forjó el Anillo. Creo que tanta gente pidiendo lo mismo debería ser un toque de atención y que lo resuelvan antes de que la gente se lo pida.

De precio esta bien pero la calidad de los productos que ponen deja mucho que desear. Jesús N. por ejemplo desayunaste en as MEIGAS la calidad de allí por 0,50 € más merece más la pena que en los Gomez y el trató de camareros es mejor…

Bar de barrio, de toda la vida, bien ubicado, con buena terraza y un amplio salón en el interior. Reconozco que para mí se ha convertido en un sitio habitual para desayunar, te pides tu tostada de jamón serrano, con aceite y tomate más un café por solamente 2 € y para los tiempos de crisis en los que estamos es algo que se agradece. Hay que destacar que quizás con el tiempo han reducido un poco el tamaño del pan, pero es lo que tiene para mantener los precios durante años.
Para la época en la que estamos, y que la calor viene llegando, desayunar en su terraza da gusto, es amplia, cómoda, con toldos, da la sombra hasta cerca de las 11 del mediodía y suele correr aire. Si además te digo que puedes disfrutar tu desayuno leyendo el periódico del día que siempre tienen disponible (Diario de Sevilla, AS, La razon, El pais, El mundo…) es algo que me gusta valorar cuando desayuno en un bar.
Para almorzar o cenar también está muy bien, con precios competitivos y buena cantidad de comida. Si lo deseas puedes preguntar por el menú del día que tiene un precio muy asequible.

Un bar de los de siempre, que años tras años hemos visto ahí, en «la esquina de nuestra casa», y que tantas veces hemos comido ahí.
Este en concreto, cuenta con un salón dond epoder comer, y en los días buenos, existe la posibilidad de sentarnos en una terraza para tomar nuestra bebida, tapitas o para comer tranquilamente.
Su servicio, rápido y veloz, siempre amable y sin parar de correr de un lado para otro sirviendo, tomando comandas y «chillando» lo que les falta.
Es un bar de barrio, con su comida casera de los que a veces necesitamos meter en el cuerpo, a buen precio y buena cantidad.

Mucha comida= poco dinero, creo que ese debe de ser el lema de esta casa. Te ponen los platos muy llenos por muy pocos euritos. Han ido cogiendo estos hermanos muchas esquinas, todas buenas y han abierto su pequeña cadena de bares que son el terror de los McDonalds.
Las tapas grandes y generosas, la calidad no muy mala, he comido mucho peor en sitios mas caros y el servicio tipo «la cañona» vámonos que nos vamos…
Parece que el comentario es negativo, pero no lo es, no dan calidad excelente, por eso no la cobran, son gente honrada, es bar para tapear y si son buenas las tapas en cantidad creo que con una ración puede comer un pueblo entero.
La cerveza fresquita, rica, los camareros muy profesionales y la clientela fija, vecinos y gente de paso, pero fieles, eso si. Cuando en un bar hay familias enteras y las madres meten a sus hijos allí es que no puede ser malo.

Siempre ha sido un sitio muy visitado por mí ya que mi hermana vivía justo debajo y casi todos los domingos cuando venían los papis íbamos allí para la típica comida familiar de tapeo. Era un sitio perfecto tanto por la cercanía como por la calidad.
Es cierto que no está en una calle muy transitada si lo comparamos con las grandes avenidas o las grandes calles como su perpendicular Arroyo. Pero aún así se convierte en un sitio en el que muchos acaban para disfrutar de una buena cerveza sobre los barriles que sirven de mesa en su puerta exterior, o se sientan en su interior para disfrutar de sus tapas, raciones o platos combinados.
El trato es el del «mi arma», es decir, aquel señor que viene a tu mesa con alegria y te va diciendo que es lo que hay aparte de la carta, como la paella que no suele faltar los fines de semana. Sin duda el plato preferido de mi madre.
La calidad no es nada proporcional con el precio, ya que lo primero es mucho superior a lo segundo. Si te pilla por la zona no dudes en pasarte por ese bar de azulejos azules.

¿Qué hubiera sido de tantos periodistas deportivos, que hacían largas guardias veraniegas en casa de «donmanué», sin la existencia de Hermanos Gómez?
Este bar tuvo mucha fama años atrás, incluso llegó a abrir otros negocios por la ciudad, alguno de los cuales no sobrevive. Es un sitio de batalla, de esos con camareros que trabajan a un ritmo frenético corriendo de un lado a otro; pero, al menos en la época en que lo frecuenté, se comía bien, abundante y barato.
Me gustaba su solomillo al whisky, pero sobre todo trabajé bastante –no en este sino en el cercano a la Universidad– sus magníficas tostadas de carne mechada y de jamón. Muchos son los sitios donde lo que acompaña al pan está muy bueno pero, al abrir las medias, te encuentras con tres lonchas escasas, en los Gómez os aseguro que no ocurre.

Bar recomendado para tomar una cervezas y no perderse el Serranito. Buen precio.
Tipico Sevillano.