Hermanos Aguilar

Llegué hasta esta ferretería por consejo de un vecino, pues necesitaba comprar al menos 10 metros de cable de antena de televisión, y por allí cerca no se me ocurría ningún sitio. Cuando llegué la verdad que me sorprendió, pues no he conocido lugar donde haya de todo en tan poquito espacio.
Los precios son, a mi entender, muy buenos. Posteriormente he necesitado chismes de todo tipo, y debo reconocer que he vuelto allí sólo para ponerlo a prueba pensando que muy probablemente no tendría el artículo que pidiese. Pero no sólo eso, sino que además tenía para elegir (por ejemplo, candados con combinación o espiches para sujetar cables contra quicios).
Además siempre con una atención rapidísima y con un aspecto limpio, nada de chapucillas. Hay lo que necesites: salvamanteles, escaleras, pomos,… Lo que sea. Y por si fuera poco, afilan cuchillas y hacen copias de llaves. Un ejemplo de buena ferretería.

En esta ferretería venden de todo, pero yo la destaco sobre todo por dos cosas. La primera los cuchillos, y es que se nota que también tienen servicio de afiladores porque aquí compré un par de cuchillos que son armas mortales. Los compré porque los demás cuchillos que tenía en casa apenas servían para nada. Me llevé uno grande y uno pequeño y lamenté mucho dejarlos olvidados en el piso cuando me mudé porque eran casi perfectos.
Lo segundo que destaco son los productos de cocina, la ferretería tiene un surtido interminable de ollas y sartenes colgados del techo, más de una vez me he dado con ellas en la cabeza. También compré aquí una sartén pequeña y también me la dejé olvidada en el piso cuando me mudé.
Pasé hace poco por la tienda y vi que las cosas no han cambiado mucho, las sartenes seguían colgadas peligrosamente sobre mi cabeza, los precios siguen igual de económicos y el trato sigue siendo igual de agradable.

No se porque pero me siento irremediablemente atraída por las ferreterías. Creo que eso se debe a mi falta total de mañana para hacer algo en casa sin tener que llamar luego a una cuadrilla de albañiles que arreglen mis desperfectos.
Cuando me aburro y me da por hacer algo creativo, todos mis inventos siempre requieren alguna visita a estos maravilloso locales. Luego en realidad mis hazañas se basan en pegar un vinilo a un mueble, colocar cuatro tornillos y poco más, pero yo me siento como si hubiera construido la Sagrada Familia.
Paco y Aron ya me conocen, y cuando me ven entrar saben que van a tener que perder un ratito conmigo hasta que les explico mi nueva creación. Me atienden como si fuera de la familia.
Allí puedes encontrar de todo, a precios de barrio (solo hay que andar un poco y salir de las murallas y ya bajan los precios).

Lo mismo te encuentras tornillos de estrella que llaves de lo más variopintas. Lo mismo puedes comprar una tubería que un cuchillo jamonero. No estoy loca, ni veo visiones. Esto es la Ferretería Hermanos Aguilar y aquí hay de todo lo imaginable. Lleván más de diez años asentados en la zona de la Macarena y su fama se la merecen porque tienen solución para todo. No sólo complacerán tu demanda de productos, sino que además te darán útiles consejos para usar el artículo en cuestión.
Yo los conozco desde que vivo en esta zona de la ciudad. Siempre paso por su fachada, ya que suelo usar el carril bici que transita por allí. Tuve que entrar a sus puertas porque necesitaba una cuerda de barco para hacer un creativo para la asignatura de expresión corporal (en la Esad de Sevilla). Me monté una película para el creativo basada en una mujer que es apresada por varias cuerdas atadas a la vez a sendas columnas (en fin, una explosicón mental de creatividad). Para tal material me asesoraron perfectamente, pero me llevé menos cantidad de cuerda de la necesaria. Tengo que elogiar su disposición a que la devolviese sin más, aún teniendo en cuenta que la había cortado en dos trozos y quizás sería difícil venderla de esta forma. Efectivamente, me dieron otra en su lugar con las medidas exactas. ¡Chapó por ellos! Los precios están bastante bien y repito, son unos consejeros extraordinarios, porque saben básicamente de todo.
¿A que alguna vez has querido sentirte como MacGyver? Es tu momento.