Mi historia de amor con esta marca se remonta a principios de los noventa. En Barcelona mi tío, un autentico amante de la buena mesa y de los placeres de la vida me llevó como cómplice a Häagen-Dazs… Y el flechazo fue instantáneo. Un cono de delicioso barquillo coronado con una cuasi angelical bola de vainilla con nueces de macadamia protegido celosamente por una sublime capa de chocolate con leche selló el romance, y desde entonces soy un fiel amante de esta marca. Años después mi padre nos comunicó lleno de jubilo que habían abierto un establecimiento en Reyes Católicos, y mi amor de niñez se volvió mas maduro, más abierto al descubrimiento… Le fui infiel a la vainilla con el chocolate belga, con los sorbetes ácidos y con la tarta de queso… Todavía recuerdo como en mi primer aniversario de noviazgo con la que hoy es mi mujer nos refugiamos del calor de finales de julio en esta tienda, como compartimos una copa de helado durante una eternidad… Los dos, queriendo impresionar al otro, vestiamos poco acorde con la climatología, ella con vestido de noche y taconazos, yo, con traje levita negro y zapato de vestir… Seguimos juntos a la marca allá donde iba, e incluso compartimos nuestro lecho en mas de una ocasión… Ella, yo, una tarrina comprada con el poco dinero que teníamos, y dos cucharas, comiendo poquito a poquito y peleandonos para que el otro se comiese el último trocito. Hace poco retomamos nuestro amor, sentados frente al Alfonso XIII una calurosa noche de primavera, y allí estaba nuestra amante, fría y dulce… Aunque mi mujer cometió un error… Pidió nata montada… Sabia raro, artificial… Era la bella pintarrajeada. Era el perfume añejado de las flores muertas… Era el error imperdonable de una fiel amante. Era nata de bote! Preguntamos al camarero que nos dio excusas absurdas sobre la calidad o el inconveniente de usar montadoras de nata, y le dijimos que podían usar sifones con carga de CO2 para no ofender al producto… Al final, el camarero abatido admitió que las criticas o recomendaciones de los clientes caían en saco roto… Que el jefe no escuchaba a razones… Sinceramente, fue como comprar el mejor corte de ternera Wagyu y cubrirlo con kétchup DIA ¿Volveremos? Si. ¿Recuperaremos la pasión? Chi lo sai
Pedj
Classificação do local: 5 Sevilla
La heladería Haägen-Dazs tiene una enorme e inigualable ventaja respecto a cualquier otra: los helados Haägen-Dazs. Puede parecer una perogrullada, pero es que la calidad que tienen sus variedades, la textura especial del Vainilla con Cookies o el incomparable profundo sabor de la Tarta de Queso, no tienen ahora mismo ningún parangón. Además, tomarlo en pleno centro de Sevilla, en su terracita, pues la verdad es que termina por redondear una experiencia fresca y sana, que puede tomarse cualquier día de los trescientos sesenta y cinco de que consta el año.