Esteban

Esta frutería es bastante grandecita. Tienen, además de mucha fruta y verdura de bastante variedad, alimentos. Legumbres, algunas latas, leche e incluso detergentes.
Hace esquina y tiene un par de cristaleras por las que a penas puedes ver nada porque tienen siempre un montón de cajas en la puerta.
Pues hay un detalle que me encanta. Cuando entras, bajo cada una de esas cristaleras hay un banco alargado donde sentarte a esperar. Alcolchadito y todo.
Claro, normalmente hay cola y, ese detalle me recuerda muchísimo a las tiendas de siempre, de toda la vida. Como la frutería que había bajo mi casa en el pueblo, que ponía sillas para que las señoras se sentaran a esperar también. Y eso que, muy probablemente, veían si había cola o no desde su ventana.
Son rápidos atendiendo, pero alguna vez me he ido porque realmente suele estar bastante lleno y por desgracia, el tiempo libre no es lo que más me sobra del mundo, así que muchas veces opto por comprar en tiendas de autoservicio que al menos, estás entretenida cogiendo tú lo que necesitas.