El Pirata

El Pirata es una tienda y taller de motocicletas que se ha hecho por derecho con un nombre propio en la última década. He sido testigo de su progresión, desde un pequeño establecimiento hasta la marca firme en la que se ha convertido. Una muestra de como con trabajo y consistencia se puede hacer dinero. Porque los hermanos que lo regentan se han montado, como quien no quiere la cosa, «en el taco». Mi hermano pequeño es cliente habitual desde hace muchos años y aficionado a las reparaciones, por lo que ahora se conocen en profundidad y de vez en cuando me habla sobre sus avances.
Parte fundamental ha sido, creo yo, el encontrarse entre Las tres mil y El Porvenir. Dos barrios donde hay mucho movimiento de scooter, con sus particularidades en cada caso.
La cuestión es que, aunque yo soy mas de Lucenilla, he ido en muchísimas ocasiones a visitarlos. Y la verdad que el servicio que dan es realmente excelente. Los hermanos se conocen el negocio, tanto la mecánica de la moto, como los repuestos, como la palma de su mano. En la época de bonanza económica hasta abrieron en el local de al lado una empresa de seguros. Se han convertido en buenos aliados de mi familia pues casi todos tenemos moto. Y sabemos que con ellos vamos sobre seguro

La última revisión de mi moto la pasé en El Pirata y la verdad es que me atendieron muy bien y muy rápido.
Me gustó mucho la sinceridad con la que el tío del taller me habló. Después de echarle un vistazo no se anduvo con rodeos y me dijo que a la moto, además de la revisión había que cambiarle las pastillas de freno, pero que me iba a dar el mejor precio posible. Se pilló una calculadora y se puso a aporrear las teclas a toda velocidad. «90 euros todo y te la tengo en un par de horas. ¿Te vale?», me dijo. «Me vale, me vale…», le contesté yo.
Me fui a dar un paseo y volví a la hora y media, más o menos. Allí estaba él terminando mi moto, con la ayuda de otro chaval. ¡Qué rapidez y qué eficacia!
Lo último que le he comprado ha sido un casco integral modular, de los que se abren por la mitad por 99 euros, o lo que es lo mismo, por un 30% menos de su valor real. De momento va de maravilla…

La mejor compra que he hecho en los últimos años ha sido la moto. Con ella, uno se ríe de los atascos clásicos que de buenas a primeras, caprichos del tráfico, te sorprende en cualquier calle y a cualquier hora. La compré hace unos años, cuando las obras del Metrocentro tenían totalmente cortado el acceso a la Plaza Nueva, donde yo trabajaba.
Desde que la compré –de segunda mano a un cuñado mío-​, me di cuenta de la existencia de esta tienda de motos ubicada a las espaldas del apeadero de cercanías Virgen del Rocío, y me quedé con la copla por si algún día me hacían falta sus servicios.
No hace mucho, me puse a buscar un casco de moto para el segundo pasajero, que fuera bueno, bonito y barato, el casco, no el pasajero, claro está. Antes de ir al Pirata, que era mi primera intención, me di una vuelta por otras tiendas moteras para bichear un poco el mercado. No encontré esa ganga que andaba buscando, y como se daban cuenta de que no entiendo ni papa de motos, les daba pena, o no sé, pero el caso es que no me gustaba como me atendían. Así que, la primera intención es la que vale, me fui al Pirata.
Antonio, el pirata-​dueño, nos atendió a mí y a mi mujer como si nos conociera de toda la vida y con una amabilidad y una honradez que nada tiene que ver con el nombre del negocio. Como buen comerciante, nos mostró alguno de los mejores cascos que tenía en la tienda, dándonos todo tipo de explicaciones de sus prestaciones y de porque no debíamos comprar uno de esos llamados ‘quitamultas’, que no sirven para nada en caso de accidentes.
Le insistimos en lo del bueno, bonito y barato, y que era para utilizarlo de vez en cuando, cuando fuéramos los dos en la moto. Entendió el mensaje, y del mismo escaparate sacó un casco marca Shiro la mar de apañao por treinta y cinco euritos que cumple perfectamente con esos requisitos buscados.
Desde entonces, he vuelto por cuestiones diversas, siempre perfectamente atendido, y así me he enterado de que no es un pirata, sino dos, ya que son dos hermanos los que montaron esta tienda, y que, no hace mucho, abrieron otra en el polígono Pisa, en Mairena del Aljarafe.
Yo sólo compré un casco, pero aquí puedes comprar cualquier modelo de moto, de cualquier marca y, además, puedes traer tu moto a arreglar con total garantía, ya que su taller es Servicio Oficial Multimarca. Para llegar a ser eso, no creo que sean tan piratas como ellos mismos se pintan. O son los piratas buenos de la película.