El Hada de los Regalos

Hay que ver lo que mueve el hospital Virgen del Rocío. Entre panaderías, fruterías, bares y tiendas de regalos está Bami colapsado –y no cuento los bancos, que también hay unos pocos, ¡cómo se nota donde hay dinero!-. No hay ni un local disponible, y, frente al hospital maternal y al infantil, en la calle principal, ni te cuento.
Y hablando de cuentos…
Érase una vez un hada que vivía en los cuentos y siempre andaba, o volaba, de allá para acá, de cuento en cuento, trayendo regalitos a los preciosos niños recién nacidos que se iba encontrando en su fantástico deambular. Regalitos para niños, y niñas, eh, no seamos sexistas…
Un día, se dio cuenta que lejos de su mundo de cuentos, había otro mundo, todo un mundo nuevo por descubrir, un mundo lleno de bebés a los que alegrar la vida con sus regalos.
No se lo pensó dos veces. Llenó un saco mágico con canastillas de todos los tamaños y formas, llenó las susodichas canastillas con colonias, perfúmenes, jabones y regalitos para bebés, y las adornó maravillosamente con asombrosos globos, globos grandes y pequeños, cientos, miles de globos, globos de llamativos y alegres colores y formas, y salió del mundo de los cuentos en busca de ese otro mundo lleno de niños recién nacidos.
En su fantástico deambular, aterrizó una noche en Bami. Y ahí, con sus canastillas y sus globos, y sus regalitos, comenzó a llenar de ilusión, de alegría, de cuentos, los ojos de los recién nacidos en el hospital cercano, y de todo el que se paraba a contemplar su tienda.