Hace unos pocos meses quedé con unos amigos para hacer una barbacoa en la terraza del piso de uno de ellos. En esta tienda fue donde compramos la carne, que fue la verdadera protagonista de la velada. Lo cierto es que le dimos un buen repaso a la carnicería, nos atendió un hombre mayor muy campechano y compramos un poco de todo: panceta, chuletas de cabezada y costillas principalmente. Echas a la brasa quedaron estupendas. El local estaba muy bien surtido, era bastante amplio y muy limpio. En mi opinión para toda la cantidad de carne que compramos me pareció que el precio fue bastante razonable. Además cuando sacamos las chuletas y las costillas para ponerles algo de sal y pimienta antes de ponerlas en la parrilla nos dimos cuenta de que tenía un color y una pinta inmejorable.