Dunkin Coffee

Su ubicacion, en la calle comercial principal de paso de Nervion, la hace gozar de un sitio privilegiado, la unica pega es que el local es minúsculo para lo que debería de ser. Por lo tanto es más un local de take-​away más que de sentarse a relajarse, aunque sus asientos y sillones invitan a ello, pero hay q tener potra para pillar sitio.
Amén de que sus donuts están muy ricos, aunque un poco pequeños para mi gusto, deberás tener cuidado .
He parado en este sitio varias veces por antojo y normalmente me sale bastante más caro que pasar por una confiteria de las de toda la vida.
Si no preguntas por alguna oferta que tengan (si es que tienen) darte el gusto de una bomba de azúcar te sale más caro que el simple hecho de minar tu salud.
Si aún así decides apoquinar, el elenco donutil es impresionante, tanto que dan ganas de empezar a hacer testamento para darte el gustazo de meterte uno de cada. Y que sea lo que dios quiera…
Pese a ello, ya que lo haces, por lo menos deleítate, que a nadie le amarga… un donut.

Este sitio lo metería en una lista de «No recomendados» como tienen algunos Unilocalers. Se trata de una franquicia de cafeterías que prometía mucho, pero que en mi opinión, resultó ser un fiasco.
Ofrecen café, bebidas frías y calientes, distintos tipos de bollería y Dunkins, que son los donuts o roscos de distintos sabores y colores, siendo lo más característico de la franquicia. Se puede pedir una caja de estos para llevar, con 6 o 12 unidades a elegir. Es lo que más me «atrae» del local, porque lo demás, ni fu ni fa, aunque los donuts tampoco están tan buenos como para querer repetir una y otra vez.
De precio es barato pero no me merece la pena, las veces que he ido el café estaba malisimo, y la atención bastante regular. Prefiero ir al Mc Café que está al lado, y me gusta mucho más.

Las dos últimas veces que he ido, no tenían café. No sé si lo han retirado definitivamente o es que se agota, o algo así. Sea cual sea, me parece lamentable. He vuelto a mi (escueta) reseña anterior y he visto que le tenía puesta ya 1 estrella. Lamentablemente, no se puede bajar de ahí.
Espero que nadie me obligue a volver nunca, pocas veces he visto un negocio tan descuidado.

Destruyendo tu salud con cada euro. Arterias congestionadas de colores químicos chillones, grasas hipersaturadas y batidos que dejaran a tus papilas gustativas enganchadas al azúcar el resto de sus cortas vidas.

Una cafetería con alma de restaurante de comida rápida, más que nada por su aspecto. En cuanto traspasas sus puertas te parece estar entrando en un McDonalds, o un Pans & Company, o… imaginad cualquiera de esas marcas de «entrar, comer. largarse».
Sin embargo, pese a este aspecto industrializado, lo cierto es que Dunkin Coffee da bastante el pego como cafetería normal y corriente. Esto quiere decir que no tiene nada que le distinga, y mucho menos ese toque «casero», o como quiera llamarse, que se advierte en el café de sitios con más veteranía. En Dunkin Coffee no tienes la sensación de estar ante un café «de mentira», como sucede con el que te ponen en cualquier restaurante de comida rápida.
Posee un interior agradable, que invita a echar el rato, y una amplia variedad de bollería con la que acompañar. Aunque en la zona hay otras muchas cafeterías, y desde luego mejores, no es una mala opción para una tarde.