Die Einrichtung in dunklem Holz gehalten. Wir haben es uns aber draußen bequem gemacht. Meine Vorliebe von Hochtischen wurde auch erfüllt. Die Lage an einer mittelmäßig befahrenen Straße war nicht sonderlich störend. Der Kellner überaus Aufmerksam. Ständig unterwegs so dass man auf seine Nachbestellung nie lange warten musste. Wenn man bedenkt dass er den Laden(ca. 40 Sitzplätze) allein bediente eine super Leistung. Die verschiedenen Tapas alle sehr gut. Eine meiner Lieblinge sind Boquerones in Essig & Öl. Kann man nicht viel falsch machen wenn sie frisch genug sind und das waren sie. Der Lomo sehr zart. Der Ziegenkäse mit Honig ein Genuss. Die Hausweine einfach und gut. Schön rein in der Machart und im Geschmack. Und in der Qualität dass auch im Gaumen noch was hängen blieb. Die Gäste waren überwiegend Spanier da die Bar nicht unmittelbar im Touristenzentrum lag. Fazit Ambiente 4* Bedienung 5* Essen 4* Wein 4* Preis/Leistung 5* Würde ich jederzeit wieder besuchen.
Fran P.
Classificação do local: 1 Sevilla
Donaire es un bar de tapas situado en la Zona de la Alfalfa, justo al lado del conocido Horno San Buenaventura, con una propuesta poco clara y poco competiva con respecto a las múltiples y atractivas propuestas que siguen apareciendo entre la Plaza del Salvador y la calle Águilas. El Donaire actual no es el de siempre y del antiguo solo conserva el nombre. Entre esos dos momentos ha cambiado de dueños, creo que ahora pertenece a los dueños del Bar Universal, y de aspecto, con una considerable reforma. El local tras su reforma no ha sabido aprovechar el privilegio de su situación de esquina y ofrece una imagen poco atractiva y absolutamente olvidable. Este local poco ambicioso y mal aprovechado, está además condicionado por la colocación de no una, sino dos pantallas panorámicas para ver partidos de fútbol desde cualquier punto del bar, la incorporación de las pantallas para la Eurocopa de 2012, le da un aspecto aun más ordinario al establecimiento. Posiblemente lo peor del Donaire son las tapas, poco cuidadas en diseño y calidad, la mayoría de ellas acompañadas por una mayonesa nada recomendable, unos montaditos que dejan bastante que desear y una tortilla que pasa más tiempo del recomendable esperando a ser servidas. Como consuelo las cervezas están bien tiradas, así que si no te gustan las tapas y si te gustan las cervezas podrás salir contento del bar. El servicio es lento y desordenado y aunque los camareros intentan ser atentos y simpáticos, no destacan por su capacidad hostelera. Supongo que la clientela del Donaire es accidental. Como dice Cristina B. no he oido a nadie decir«¡tengo antojo de ir al Donaire!»
Julio L.
Classificação do local: 2 Sevilla
Como suelo intentar ver el lado bueno de las cosas, araño la segunda estrella para el Donaire de la terraza que tiene, bastante agradable si la noche está buena, porque la cocina deja mucho que desear. Estuvimos un grupo grande y puedo decir que el camarero nos trató bien, aunque tampoco hubo un exceso de eficacia. Nos avisó antes de que cerrara la cocina, cosa que se agradece, aunque no hubiéramos pedido más aunque tuviéramos hambre. La tortilla estaba muy sequerona, con una mayonesa que no ayudaba, el bacalao con trozos congelados… El solomillo al whisky, al menos, no estaba malo. En fin, que para tomar una cerveza o cocacola puede valer si estás por la zona, pero si quieres comer mejor que te busques cualquier otro sitio de las inmediaciones.
4monke
Classificação do local: 5 Hamburgo, Alemania
Las tapas estan muy rico. Mi favorito es montadito de jamón ibérico y espinacas reales.
Enrique H.
Classificação do local: 2 Sevilla
Como a casi todos los que vivimos en el barrio, el Donaire que me gustaba era el antiguo, el de Juan y Pablo, el de las tostadas insuperables y el de los emparedados de bacon. Me dio mucha pena su cierre, ya que, perdido el Danubio de Ramón, siempre lo consideré el auténtico bar de la Alfalfa, aquel en el que parábamos todos los que nos hemos criado en sus calles y plazas. El negoció se traspasó y solo mantuvo el nombre. Lo adquirieron los propietarios del Universal del Salvador, que no sé si son quienes lo siguen regentando, y se convirtió en uno de esos bares en serie, totalmente falto de personalidad. Quizá ganó en presencia, pero perdió toda su esencia. Durante un tiempo sirvió buenos desayunos pero, ausente la gracia antigua de su barra, no supo aguantar la competencia del Horno y eliminó la máquina de café. Hoy ya no abre hasta el mediodía. Las tapas, sin decir nada, no están mal. Solo voy por allí, ocasionalmente, a tomar una cerveza. Como os digo, mi Donaire era otro.
CRISTINA G.
Classificação do local: 3 Sevilla
Este bar está muy bien posicionado para tomar cervezas en Semana Santa, un rincón perfecto, porque el San Buenaventura se llena demasiado. Tapeé allí con unos de Cádiz hará un par de meses y no está mal, los camareros fueron bastante agradables. Nos sentamos en el exterior, y en ese caso si pasamos luego por el Horno contiguo para tomar el cafelito con el dulce, pues se le antojó a las mujeres. Los precios son lo mejor, en pleno centro tapeo muy barato. Nosotros pedimos montaditos variados, ensaladilla, croquetas y espinacas; éramos un grupo y salimos a 10 € por persona, aunque no abusamos.
Cristina B.
Classificação do local: 3 Sevilla
El Donaire es uno de estos bares que acaba pareciendo más guay y maravilloso de lo que es en realidad, y más aún después de la pedazo de reforma que sufrió el bar hace unos años, que ha quedado el establecimiento ¡que ni pintado! cuando antes más que nada era un poco«cutrecillo alfalfero»… La cerveza de 10, como en la mayoría de los bares del centro de Sevilla. Muy, muy, muy recomendable el vino blanco: tienen una gran variedad. ¡Pídelos todos! Sé que también hay bastante variedad de vino tinto, pero a mi me tora ás el blanco… ¿Las tapas? No muy grandes y no muy baratas, pero al fin y al cabo están bien. Pedid sin falta los gabanzos con espinacas y las croquetas caseras. También suele haber mucha gente«gambeando», pero yo soy más de jamón, pero claro, una ración de jamón, sube bastante el presupuesto de tapas del día. En definitiva, el Donaire es un bar que está bien, ni más ni menos. Querrás vover, seguramente, y lo harás, pero no conozco yo a nadie que haya dicho alguna vez: «¡tengo antojo de ir al Donaire!»