Don Matteo

Años trabajando en los Bermejales me llevaron a conocer bastante bien los bares de la zona gracias a los afterworks de los viernes, muchos de ellos ya casi nuestra segunda casa ;) El local que ocupa Don Matteo, sin embargo, tiene un poco de «gafe», pues por esta misma ubicación creo recordar que han pasado un restaurante italiano y un bar de copas antes que el propio Don Matteo.
Suelo volver al barrio con frecuencia porque es un punto intermedio ideal para quedar a tomar algo con mis excompañeros, y últimamente solemos comer en Don Matteo por diversos motivos, fundamentalmente precio y garantía de encontrar mesa casi siempre gracias a la amplitud del local y la terraza que ocupa.
En cuanto a la comida, como diría el amigo Txema M… meh. Su carta, bastante amplia, ofrece ensaladas, tapas, hamburguesas, pizzas, pasta… un poco de todo. Centrándonos en el almuerzo de hoy, pedimos media ración de unas apetitosas croquetas de bacon y cebolla caramelizada como entrante. Croquetas buenas de sabor pero completamente congeladas en su interior. No frías, no: congeladas. Como plato, dos de nosotras pedimos hamburguesa y otra una pizza. No preguntan el punto de la carne, y como consecuencia la de buey que yo he tomado, bien de tamaño, lamentablemente estaba seca y tiesa cual suela de zapato. Las pizzas, sin embargo, están bien de tamaño (la pequeña es ideal para una persona) y muy ricas. En otras ocasiones hemos probado alguna ensalada, que la sirven grande y con varias opciones a elegir, y las tapas, sin nada especialmente reseñable.
Gastronómicamente hay sitios mucho mejores en los Bermejales, pero si vas buscando algo que te sacie y sea baratito, no es mala opción :)

Mi experiencia en Don Matteo ha sido en su local y en la comida a domicilio. Cuando la trajeron nos dimos cuenta de que se habían equivocado con el pedido, por lo cual llamamos y lo solucionaron. Probé la tortilla al whisky, el solomillo carbonara y creo que unas patatas, todo normalito.
En su local he probado la hamburguesa de pollo, con un precio bastante alto para lo que era, el queso no estaba fundido y estaba un poco fría.
Tiene bastante variedad en la carta a precios normales, pero cervezas a 1’30 me parece excesivo.
En conclusión, los Bermejales ofrece mejores opciones que esta, hay que decir que acabamos aquí porque otros sitios estaban muy llenos o cerrados.

La zona de Los Bermejales cada vez me gusta más, y buena culpa de ello la tienen este tipo de negocios: buenos, bonitos y baratos. El Don Matteo es un restaurante donde tomar desde pizzas hasta hamburguesas, pasando por ensaladas o platos algo más elaborados, pero todo del mismo estilo.
Estuvimos de casualidad en una de las mesas altas del exterior y la comida estuvo muy bien. Recuerdo una ensalada de salmón estupenda y unas tapas jugosas y sabrosas, todo a un precio medianamente aceptable por lo que estamos consumiendo.
Desde luego, hace tiempo que fui y tengo buen recuerdo, pero no tengo la sensación de tener que volver por nada especial. Es, simplemente, uno más de su estilo. Que ya es suficiente…

En el mismo local que antes ocupaba el restaurante Catenaccio han abierto Don Matteo. Lo han hecho en tiempo récord, si no me fallan las cuentas, en un par de semanas, pero no por ello han descuidado la terminación y la decoración.
Es un local al que se le puede sacar mucho partido y ellos sin duda lo hacen. Con el poco tiempo que lleva abierto, la terraza se pone de bote en bote y las mesas de dentro ídem de lo mismo… por algo será, ¿no?
Al día siguiente de su apertura, la semana pasada, habíamos quedado con mi hermana y mi sobrina y les propuse ir a cenar a Don Matteo. No teníamos ni idea de lo que íbamos a encontrarnos, pero la verdad es que las apariencias ponían altas mis expectativas.
Para empezar, la atención de todos y cada uno de los camareros fue exquisita. No tardaron ni 10 segundos (literalmente) en acercarse para darnos una carta. Nos atendieron magníficamente bien y las sugerencias y consejos que nos brindaron a la hora de pedir dieron en el clavo.
Pedimos una pizza al centro para compartir, riquísima, y no nos pusieron ninguna pega por pedirla «mitad y mitad». 100% facilidades, 0 problemas, que es algo que se agradece muy mucho cuando uno sale a comer fuera. Los adultos nos decidimos por unas hamburguesas. La doble con queso estaba de miedo, pero es que la especial de buey estaba de cine. ¡Qué ricas, por Dios!
Al final nos invitaron a unos chupitos, y digo UNOS porque nos dejaron la botella de Vodka Caramelo en la mesa y nos animaron a servirnos lo que quisiéramos. ¡Todo un detalle! Y por si fuera poco nos invitaron a desayunar churros a la mañana siguiente, porque en Don Matteo abren desde primerísima hora y también sirven desayunos. Esto de la invitación a churros parece ser que lo piensan mantener durante unos días.
La carta es de lo más variada. Hemos vuelto a ir un par de días más y hemos probado las tapas, también muy ricas y variadas (os recomiendo la hamburguesita ibérica con queso de cabra y cebolla glacé), los kebabs de ternera y pollo, las alitas de pollo, los nuggets. Los postres son caseros, caseros, y concretamente el Tiramisú Don Matteo (una porción bastante generosa) está para chuparse los dedos. Para los «enfermos» de los helados Haagen-​Dazs (conozco a varios) que sepáis que también tienen tarrinas de 100 y de 500 ml.
En fin, termino ya porque se me está haciendo la boca agua y me voy a atragantar.
Nos vemos en Don Matteo ;-)