Pasaba todos los días por delante de su escaparate y no hay día que diga ¡qué cosas más monas tiene ésta tienda!
Y no sólo lo bonito estaba dispuesto en el escaparate, dentro también había prendas novedosas e interesantes para el concepto que se tiene muchas veces de tienda de ropa del barrio.
Modelos y estampados elegantes con precios de los de antes ¡oiga! Y de verdad que no hay quién trate mejor a sus clientes que el que sabe del cliente. La mayoría de los consumidores de éstos comercios obviamente, son los vecinos. Pero vecinos con clase.