Bar Universitario

La ubicación del bar para la gente que tiene a alguien hospitalizado es estupenda, y para los que se encuentran en urgencias mucho más, ya que se encuentra frente a la puerta de ésta.
Por desgracia, últimamente lo frecuento bastante, más debido a su cercanía que a su la calidad.
Para los desayunos está bastante bien, aunque resulta algo más caro que alguno de los de alrededor (no pidas zumo de naranja!!!). Pero si hablamos de la comida ya es otro cantar. Paré hace varios días a almorzar porque tenía una mesita al sol y aún me duele el estómago. Pedimos una tapa de papas bravas y un serranito de pollo para compartir con mi hermana y fue un desastre. El pollo no llegó (lo pusieron de cerdo), la salsa la trajeron cuando estábamos terminando y sobre todo y lo que peor llevé fue el aceite… cada vez que lo recuerdo se me remueve el estómago.
Tengo claro que para un desayuno rápido como hoy sí vendré, pero para comer os aseguro que no vuelvo.

Si alguna vez me pasa algo malo estando en un bar espero que sea en este local. Así por lo menos tendré el Servicio de Urgencias cerca y seguro que algún médico anda por ahí cerca tomándose un café. El Bar Universitario sirve unos desayunos bastante generosos, con cafés muy manchados y tostadas bien cargadas.
A parte de los desayunos no conozco mucho más la verdad, aunque el bar suele estar siempre muy ambientado porque está en una zona con mucho movimiento de gente (cerca del hospital) y es muy frecuentado por médicos y por estudiantes de Medicina.
Tengo muchos amigos que estudian Medicina y siempre me han dicho que los menús del día están muy completos, se nota que los médicos saben alimentarse bien. Las veces que he venido a desayunar aquí los camareros me han servido muy rápido aunque hubiera mucha gente, o sea que se nota que están acostumbrados a lidiar con mucha clientela.

Más que bar universitario, debería llamarse bar hospitalario; ya que aquí van a parar todos los acompañantes de familiares y demás enfermos que pasan por el Hospital Macarena. Está muy bien situado, puesto que se encuentra justo en frente de la puerta de Urgencias de este complejo hospitalario y en plena calle Doctor Marañón.
El sello del bar más que radicar en sus tapas, se centra en las curiosas y atípicas conversaciones que podemos encontrar. A la hora del desayuno, que por cierto está a muy buen precio, siempre encontrarás charlas sobre dolores y demás quejas mundanas. También oirás un sin fin de tecnicismos ininteligibles que proceden de cualquier profesional del sector sanitario. Y por si este tipo de lenguaje te aburre, siempre tendrás la opción de comprar el periódico del día o la revista de turno, puesto que justo al lado se levanta un kiosko.
Tengo que reconocer que la carta no está mal, quizá no estamos hablando de un bar de gran postín, pero para salir del paso te hace el apaño. Tienen menú del día y distintos platos combinados a un precio razonable.
Además si por desgracia se presenta la necesidad de visitar el hospital, siempre podrás llorar en el hombro de alguna camarera, Eso sí, depende que cómo le pille el día.