Mi amigo Carlos, Carlitubie para mi porque es como un gran oso, hizo Bellas Artes y se gana la vida como diseñador gráfico. Quería montar una empresa para ganarse el pan por si mismo sin intermediarios de por medio y le dije que yo le ayudaba con el estudio de mercado para ver donde podía ser un buen sitio. Nos dedicamos unos días a pasear por las calles de Sevilla entrando en negocios de este tipo para cotillear y ver que hacían exactamente y que servicios ofrecían. Al entrar en este nos quedamos algo descolocados, el chico que nos atendió era muy amable pero con un despiste fuera de lo común. Al entrar yo le di las buenas tardes y directamente le pedí una tarjeta de visita, el me observó con la mirada perdida y me dijo: Ah si, que no me acordaba que venías hoy, como si hubiéramos quedado… me la dio y esperó a que me fuera… no sé, tendría una bola de cristal y sabía a lo que iba, o juega con la tabla Ouija en lugar de al solitario como cualquier empleado español.