Las croquetas caseras merecen la pena, y el costillar, buenisimo. Punto a mejorar, las patatas, si fuesen como las croquetas 5 estrellas. El precio, muy bien.
Lucia V.
Classificação do local: 4 Sevilla
Estuve en Setenil en diciembre y por la reseña de Augusto acabamos comiendo en este bar. Pedimos ensalada para dos, que era gigante, y creo recordar que también adobo y chocos fritos. Además, yo me pedí un montaíto de una especie de hamburguesa de salchichón… riquísima pero que solo caté un bocado, el resto fue a parar al suelo para gozo y regocijo de un perro que andaba rondando las mesas. Los platos abundantes y buenos, el adobo estaba riquísimo. El sitio no puede estar mejor situado, justo en la calle donde están las cuevas más impresionantes, con unas vistas del pueblo geniales y un ambiente muy bonito, encima, nos tocó un día soleado y no hacía nada de frío(aunque este año el frío en diciembre no ha existido), pero genial. Un sitio para volver a ir, un entorno mágico, un trato con el servicio de camareros genial y una comida buena y abundante. Y de precios económicos.
Augusto G.
Classificação do local: 4 Sevilla
He de reconocer que me ha sorprendido mucho ser el primero en reseñar este«peaso» de bar. Con la gran cantidad de turistas que visitan Setenil de las Bodegas, es extraño que nadie haya abierto fuego antes. En el interior hay un salón con varias mesas, la zona de la barra está separada y es muy chica. Fuera hay muchos veladores, con servicio de camarero. Lo primero debo señalar del local, es que es una cueva. Está horadado en la montaña y la propia roca hace de cornisa. Además, el río está al lado. Todo esto hace que comer aquí sea casi mágico. De los cuatro locales de restauración que están en el mismo tramo de la calle, el Bar Frasquito era el que estaba lleno de setenileños. Eso ya te indica que no vas errado. También es cierto, que era la segunda vez que iba a este pueblo, y ya tuve una buena experiencia en este bar. Así que me dispuse a probar de nuevo. Éramos un grupo de siete personas, pedimos lo siguiente: Media ensalada mixta, una ración de presa, una tapa de salpicón de marisco y una tapa de berenjenas con queso de cabra. También pedimos cinco catetos, que consiste en un montadito algo más grande que lo habitual, con lomo, jamón y queso viejo de oveja. Estaba muy, pero que muy sabroso. En primer lugar(aunque lo haya dejado para el final) nos tomamos una MASITA de salchichón cada uno. De los alimentos más sabrosos que me he comido nunca, de hecho, la probé tres años antes y seguía acordándome perfectamente de su sabor. Es como la prueba de la matanza, pero del salchichón, también la hay de morcilla y de chorizo, pero son mucho más fuertes. Parece una hamburguesa pequeñita, pero de sabor es enorme. El precio no lo pongo, porque no os lo creeríais, excepcional. El servicio magnífico, rápido y amable y el entorno inigualable. ¿Si volveré?, pues es probable, no las veces que me gustaría, pero estoy convencido que no hay dos sin tres. Y mucho menos si hay una masita de salchichón como premio. Buon Appetito.