Patilla

Patilla solía ser uno de los establecimientos más lujosos del pueblo, tanto su restaurante como su hotel (2*); aquí veníamos a comer arroz a banda cuando yo era pequeño porque tenía una fama increíble, y la verdad es que lo recuerdo con mucho gusto. Decíà la leyenda que era porque lo cocían con agua de mar, pero no creo que fuese el caso.
Esta vez hemos probado el hotel. No destacando Santa Pola por sus establecimientos de este tipo precisamente (solo hay otro de categoría superior y mi experiencia en él fue nefasta), Patilla resulta muy apañado de precio y muy austero de servicios. La habitación era amplia, pero de distribución extraña (una columna en el medio), escasa insonorización y poca decoración; por contra, las camas individuales eran muy cómodas (o yo estaba muy cansado) y el baño era muy completo y modernito. Y la limpieza fantástica, aunque las cortinas estaban bastante raídas.
El desayuno bufé estaba bien y lo aproveché convenientemente los dos días que estuve, aunque no había nada de excesiva calidad o para paladares delicados, más bien comida de batalla para prepararte para una mañana haciendo cosas.
La única duda que me queda es si volvería aquí la próxima vez que volviese al pueblo, porque a dos manzanas escasas hay un hostal de apariencia mucho más moderna y con unas críticas magníficas en otras páginas, y la experiencia empieza a dictarme que la categoría no lo es todo a la hora de elegir sitio donde dormir.

Hemos cenado de picoteo y la verdad es que la calidad del producto es excelente. claro luego hay que pagarlo. El trato del camarero un poco brusco pero atento.
Se nota que es un sitio de los de toda la vida aquí en Santa pola.

Hotel de dos estrellas situado en plena ciudad de Santa Pola, Alicante.
Situado cercano a la playa.
Dispone de restaurante, lavandería y garaje.
El hotel es muy acogedor y familiar. Muy limpio y con buena presencia. Un servicio correcto.
Ideal para desconectar, ir a la playa si así se desea.
El precio fue asequible.