Este local lleva poco tiempo abierto, promete por el enfoque que le han dado, pero la poca experiencia que tienen hace que tengan cositas que mejorar, Así que de momento le doy tres estrellas y espero poder ir aumentando con el paso del tiempo y que este local no muera de éxito, ya que siempre está lleno. La comida es sencilla y puedes comerte las clásicas patatas bravas o un chivito de tamaño más que razonable. A mi personalmente lo que más me gusta es el milhojas de carne, que está hecho de lomo que estaba realmente tierno y el milhojas de queso hecho de queso de cabra y manzana, una combinación realmente sabrosa para mi paladar. Y como original unas croquetas de arroz negro rellenas de alioli. Lo mejor, el precio. Realmente ajustado, he cenado alguna ocasión por 6 euros por cabeza y lo máximo con vino y cerveza fueron 12 eurillos. Así que toda una opción para cenar baratito y bien. Lo malo y de ahí las tres estrellas, que cuándo están llenos el servicio es lento, aunque la camarera es muy amable y atenta, pero la pobre no puede estar en tantos sitios a la vez y el cocinero tampoco puede sacar tanta comida. Con tiempo y experiencia, mejorarán.