no esta mal, pero relacion calidad precio deja que desear. los postres mejor no pedirlos.
Jesus A.
Classificação do local: 5 Madrid
Lugar recomendable, para todo tipo de celebraciones o simplemente pasar una buena velada con los amigos o familiares los almuerzos, comidas, cenas espectaculares con un trato del servicio exquisito 100% no hay otro local parecido en el Puig
Lorena M.
Classificação do local: 5 Madrid
Llevaba ya mucho, mucho tiempo queriendo ir a este sitio que al parecer, y por los comentarios de amigos y familiares, es de lo mejorcito que ofrece El Puig ahora mismo. Así que qué mejor momento para ir que durante una visita fugaz y medio sorpresa a casa un fin de semana. De manera que allí nos plantamos el viernes por la noche, dispuestas a probar las maravillas de las que todo el mundo hablaba. Y oye, contentísimas. El sitio no es demasiado grande pero el servicio es de lo más atento y eficiente. Viendo la carta ya íbamos perdidas porque, aunque es un sitio con tapas y bocadillos, todo parecía tener una pinta increíble. Y efectivamente. Pedimos un montadito para cada una, una sartén de huevos rotos con jamón, una ración de bravas, una tabla de foie con naranja y un sandwich de salmón y aguacate, todo para compartir. El montadito que más triunfó, 3 de 4, de bacon relleno de queso(imaginaos… grooooar) Estaba calentito, con el pan súper crujiente y sabor a ajo y perejil(handmade, no biscotte comprado). La sartén de huevos rotos con jamón se hubiera descrito perfectamente con una foto a la cara de mi hermana, pero como no la hice, os la describo: Se le salían los ojos de la cara mirando la cantidad ingente de patatas, calentitas, crujientes y doradas, que tenía justo delante. Un par de huevos fritos y varias lonchas de jamón serrano hicieron del plato una delicia. Las bravas, de lo más originales. Patatitas baby al horno, cortadas por la mitad y con un toque de all i oli y pimentón por encima. Riquísimas y ¡diferentes! El foie con naranja, muy bueno. Cantidad suficiente para tres personas y servido con triángulos de pan bimbo tostado y mermelada de naranja, una combinación de lo más curiosa. Y por último, el sandwich de salmón ahumado con guacamole al más puro estilo Vips. Muy rico y servido con patatas. Sobra decir que acabamos rodando y aun quedó comida en la mesa porque, sin duda, todo aquello era inacabable. Además, por si fuera poco, mientras esperábamos la comida nos sirvieron unos panecillos tostados con tomate rallado y aceite de oliva… ¡Qué mejor manera de empezar una cena! ¡Bien! Y lo mejor de todo, después del festival de comida y calorías, del servicio atento y rápido y de dos jarras de cerveza, tres refrescos y dos cafés, fue, sin duda, la cuenta. Once euros por bolso(que las señoritas no tenemos barba). Se nos quedó cara de WTF porque toda esa comida, en cualquier otro lugar, pasa los 15 – 17 ¡seguro! Así que salimos de allí obesas perdidas, pero contentísimas con el descubrimiento y pensando ya en la próxima visita al Aigua Fresca. PD: No hay fotos porque viendo cómo se relamían mis acompañantes al ver los platos, si me paraba a hacer fotos ¡me quedaba sin nada!