Claxon Cruce de cocinas

Riquísima comida! Casera, pero original! Estoy deseando repetir su hamburguesa de calamares!
Resaltar también que la terraza interior es preciosa, llena de árboles, merece la pena reservar para pasar una velada cuando llegue el buen tiempo!
Cuidan mucho el trato y la decoración, además de ser ‘dog friendly’.
Repetiré sin duda!

Que una amiga pensara en mi cuando vio este sitio, ya dice bastante de porqué no me lo podía perder.
Claxon es un sitio hecho con mucho mimo, y eso se nota desde el momento en el que cruzas la entrada. Hay dos partes, una interior con unas 10 mesas y un patio que seguro que le da la vida en los meses de verano y en los días soleados de invierno.
La decoración es muy chula, mesas de distintas clases bordeadas con sillas de todos los recuerdos de nuestra infancia, el cole, la casa de nuestra abuela, la cocina de nuestros padres, el tablao de la esquina… una mezcla extraña que le da un toque único.
Camareros con sonrisas que dan la vuelta a la cara y que te hablan como si te conocieran de toda la vida, que se sientan en tu mesa para tomar nota y te recomiendan cada plato, porque además de lo que tienen en la carta, disponen de platos especiales fuera del menú.
La comida es ESPECTACULAR. Nosotros pedimos los pinchos de langostinos rebozados en kikos, la ensaladilla de pulpo, el cerdo y el bacalao con guacamole.
De postre, porque dejamos sitio para el postre, nos tomamos la mousse de chocolate y nocilla y el pudding de crema catalana con mermelada de fresa. Yo, que no soy muy fan de los postres, he de decir que con el pudding me ganaron. qué riquísimo estaba.
Por último nos tomamos un cóctel, mi amiga un mojito sin alcohol y yo un daiquiri de fresa. He de decir que no ha sido de mis mejores daiquiris, pero estaba rico.
En general, es uno de esos sitios bonitos a los que te gusta traer a la gente y en los que podrías comer muchas veces.
Además al salir nos dimos cuenta de que hay un menú especial canino para tomar en la terraza, así que si tienes mascota, puedes llevártela y compartir la cena o la comida con ella.
Salimos a 25 euros cada uno, éramos tres y nos fuimos a casa muy, muy contentos.