No me gustan los kebabs ni los durums ni nada de eso, y además hace meses que decidí dejar de comer carne, así que poco pintaba yo en este sitio además de acompañar a mi pareja a recoger su cena. Pero mirando el cartel luminoso donde tienen expuestas sus especialidades, vi el falafel. Así que me pedí un bocadillo de este(3 €) para llevar. Además se me antojó un baklava de postre por un euro, por aquello de probar más cosas típicas, pero el dependiente nos dijo que no había y, por su expresión, no supimos si se refería a que no quedaban o a que no han tenido nunca y solo lo ponen en el cartel por rellenar. El bocadillo de falafel no estaba mal, la pasta de garbanzos se chupaba toda la salsa que le echase, pero de sabor estaba rico. La comida turca sigue sin ser mi favorita, pero está bien saber que tengo una alternativa aceptable por si otro día vuelve a tocar comer en un kebab.
Iker J.
Classificação do local: 3 Madrid
Con el curioso nombre de «Pepi», se presenta este kebab, sin pretensiones extravagantes, queriendo, simplemente, hacerse hueco en la ya saturada de grasa comida a domicilio. No os voy a mentir, es uno más. Como esos chinos en los que hasta los cubiertos son idénticos de uno a otro restaurante, en Pepi, hasta los envases en los que te dan las salsas son iguales a otros kebabs en los que he estado. Esto, en parte, es bueno, ya que es como ir a un McDonalds: sabes qué vas a encontrarte. Eso sí, este local tiene un par de detalles que quiero resaltar. Primero la velocidad con la que me sirvieron un menú con patatas fritas. No creo que llegara a los cinco minutos, cosa que me vino de perlas ya que llegaba de un viaje de 7 horas y claro, estaba cansanino, que es una mezcla entre cansado y canino. El segundo detalle es la inmensa cantidad de carne que pusieron en mi pizza turca. Mucha carne, en serio. Tanta, que mientras me lo comía, miraba de reojo la puerta de mi casa por si era echada abajo por un grupo de activistas de PACMA, enfadados por el derroche de vida animal realizado para que yo disfrutara del kebab. Por último, el precio, en la linea de otros kebabs: 7.5 €. En cuanto al servicio, sin queja, silencioso, pero eficiente y amable. Así pues, visitad el kebab Pepi si os gusta devorar muchos animales de golpe y los envases de plástico para salsa.