Como en otras ocasiones, buscando un lugar para tomar unas cañas nos encontramos con este bar de barrio, de raciones grandes de tapas de calidad media-baja. Y esto no tiene por qué ser malo, ya que no siempre buscas comida que te haga llorar de emoción mientras cantas las alabanzas de Dios por permitir que un cocinero sepa combinar tan fantásticamente los alimentos de su creación para deleitar comensales. En ocasiones buscas cebarte y beber cerveza por una ridícula cantidad de euros. Esto es lo que ofrece el Faustino. Bar que, por otro lado, deja claras sus pretensiones desde su nombre. La lista de raciones servidas por un cubo de botellines grandes de cerveza y otro de pequeños fue: salchichas con salsa picante, ensalada de jamón york, dos raciones de bravas, una de bolas de carne rebozadas y dos pizzas. Insuperable. Eso sí, de todas las tapas, las bravas sobresalían por encima de las demás, ya que eran naturales(oh, sí, gracias) y, aunque la salsa picante no les hacía justicia, el mero hecho de que fueran naturales ya que es un puntazo. A ver si se generaliza esta práctica, que los hosteleros se están acomodando en las patatas congeladas y eso es un crimen contra natura. Así pues, visitad el Faustino si os gusta que os sirvan camiones de tapas y llorar por comer bravas de verdad verdadera.
Irene V.
Classificação do local: 4 Barcelona
Un típico bar de barrio que descubrimos ayer buscando un sitio donde tomar unas cañas y picar algo con unos cuantos amigos. No sabía si darle tres o cuatro estrellas, pero creo que la cantidad de tapas que nos pusieron, lo barato que nos salió, la amabilidad con que nos atendieron y, sobre todo, el hecho de que las patatas bravas fueran caseras, me ha hecho decantarme por ponerle cuatro. No hay que buscar aquí exquisiteces, sino tapas del montón, tipo bravas, sándwiches o croquetas pero, eso sí, hechas y presentadas con cariño. El sándwich mixto está muy rico, con pan de molde gordito y bien relleno. Y, como ya he dicho antes, me ganaron las bravas, patatas totalmente caseras cortadas en cuadrados irregulares y salsa picante. Muy ricas. Además, pedimos un cubo de diez tercios Alhambra por diez euros, y otro de seis botellines de la misma marca por cinco euros. Además, tienen una tele y una pantalla muy grande para que los futboleros puedan compatibilizar la afición al deporte y a la cerveza.