Kyoto

Ayer estuve comiendo en este restaurante de cocina asiática. No es un japonés, pese al nombre, sino un local de carta bastante amplia, lo que es de agradacer porque el sushi no me dice nada. La comida me pareció razonable, bien sazonada sin excederse, las verduras en su punto correcto, la presentación adecuada… y sin la música ratonera y la decoración estridente que sueles encontrarte en los chinos-​de-​toda-​la-​vida. No me llegaría hasta Las Rozas sólo por comer ahí, pero si estás por la zona es una opción razonable, así que sospecho que repetiré tarde o temprano.

Creo que éste fue uno de los primeros restaurantes que visité cuando me mudé a Las Rozas, y quizás por eso le tengo especial cariño. Es una apuesta segura para llevar a gente, siempre causa buena impresión. Me gustan los asiáticos, pero no los de buffet (me agobia tanta comida a mi disposición…), así que éste me pareció de entrada adecuado a mis gustos. Se anuncia como de comida asiática, lo que incluye chino, japonés y thailandés. A mediodía tienen varios menús del día, el más barato de 10,50 euros. Dentro de la carta, aparte de los platos sueltos, hay varios menús degustación, el más caro de 34 euros.
La comida es buena, las raciones razonables, y el té chino, delicioso (aunque se agradecería que lo pusieran en una taza con asa, no en esos cuencos tan monos pero sin asa que hacen imposible cogerlo sin riesgo de quemaduras de segundo grado…).
El sitio es bonito, sin estridencias. Bastante amplio y silencioso, casi nunca lo he visto lleno por completo, así que las conversaciones ajenas nunca llegan a molestar. En verano tienen unas cuantas mesas fuera, para los que gusten de terrazas (y quieran fumar, las cosas como son…).

Este restaurante se encuentra a escasos metros de Las Rozas Vilalge, y no resulta una mala opción para comer después de las compras, evitando así meterse en el Heron City que cualquier fin de semana a la hora de comer está impracticable, pese a tener multitud de restaurantes.
El Kyoto no deja de ser un oriental bastante corriente, pero es de agradecer la calidad de la verduras con las que cocinan, que es bastante buena, pena que las acompañen con unas salsas que no están a la altura y resultan artificiales.
Menú tipiquísimo de restaurante oriental, donde se mezcla lo chino, lo japones…
Local «pasillero», con demasiada corriente si por desgracia te toca cerca de la entrada. Hilo musical curioso, cuanto menos.