Iñaki

Este es uno de los asadores más clásicos de Málaga, está ubicado muy cerca de la estación de tren María Zambrano.
A la hora de comer suele estar lleno, así que es bueno reservar.
Su especialidad, como comentaba al arranque, es el asador: carnes y pescados a la parrilla. La carta es amplia: chuletones, entrecort, solomillo, etc (tanto de ternera como de buey) y en el apartado de pescados y mariscos, puedes tomarte un pulpo asado a la parrilla que es para llorar de lo bueno que está.
Cualquier carne es un acierto como plato principal, opté por un entrecot de ternera a la parrilla y, sencillamente, era brutal. De entrantes optamos por pulpo a la parrilla, otro gran acierto.
Los postres son también bastante recomendables, son caseros y el brownie fue mi elección, nada que objetarle :)

Fuimos recomendados a este asador, y no hay duda, es una visita imprescindible en Málaga (no todo va a ser el Pimpi y la calle Larios).
El local puede no gustarte si eres remilgado y si te gusta que el servicio sea tipo Ritz. Hay poco espacio entre las mesas y para moverse (mejor no ir con niños). En este caso, mejor no vayas. Pero si se gusta que el camarero se muestre cercano, afable, que te recomiende y te aconseje, este es tu sitio.
Tuvimos suerte porque solo te dejan sentarte si todos los comensales están presentes, porque enseguida se llenó y se formó una buena lista de espera.
Nos pedimos pulpo a la brasa (muy bien presentado), atún en escabeche, un chuleton de buey y otro de ternera. IM-​PRE-​SIO-​NAN-​TE, tanto en la calidad del género como en el punto en el que los preparan. Los chuletones están expuestos en un expositor refrigerado, para que los veas antes de pasarlos a la brasa, y ya empiezas a salivar solo con el olor del carbón y con el tamaño de los filetes.
Los postres, aunque son lo de menos comparado con los entrantes y las carnes, deliciosos. Compartimos un brownie con helado (constraste caliente-​frío espectacular) y tarta de queso con arándanos.
La cuenta final, con más de dos bebidas por cabeza (fuimos 4) fueron 83 €. Sorprendente la relación calidad/​precio.

Hace tiempo que no voy pero ya necesito una dosis de la buena comida de Iñaki.Saludos

Somewhat off the beaten track of most tourists visiting Málaga, Asador Iñaki is a small hole-​in-​the-​wall place cramped with uncomfortable furniture and loud with noise from kitchen and guests alike. On our first visit, my girlfriend and I arrived at about 10 o’clock on a Wednesday night and immediately got a table. The steak we tried was nothing special, in fact it was a bit on the tough side, and served with nothing but a hefty ration of fries I must say I found it lacking the impression of a complete dish. Neither were we given any printed menu, so I really don’t know if there were any side orders to have which might have made it seem more complete. So, how come I still give Asador Iñaki a ⁵⁄₅? Well, firstly I must say the (at least partly) English-​speaking staff made us feel very welcomed and well taken care of. Secondly, a few of the dishes we had were so good that they would, if given the chance, make us forgive the murder of a loved one. The charred octopus had us literally gasping with pleasure like characters out of a cheap novel as it took us in it’s tender tentacles. The baked leg of lamb was all a lover of slow-​cooked meats could dream of: a firm, salty-​sweet and succulent kick in the palate with a seldom encountered intensity of flavour. The level of accomplishment expressed by these two dishes compelled us to return the next night to indulge in another leg of lamb, and to try at least one more dish. Choice fell on the 600 g chuleton steak, which was said to be the best meat the restaurant had to offer, but just like the steak the night before it did not impress. At € 17, though, one can hardly complain, and no harm done we brought the steak with us and turned it, thinly sliced, into some very nice montaditos the next day. The lamb was just as enthrallingly tasty as the night before, and the wine-​braised langoustines (Nephrops norvegicus, I beleive) were a slightly chilli-​hot treat just as yummy as it was messy to eat — once more a dish with a rare flavour intensity and a just as rare consistency, the meat melting almost like butter as we sucked it out of the shells. Full and overwhelmed we withdrew to the bar stools on the pavement outside for a cigarette, and were treated to a glass of caramel vodka which was a new and unexpectedly pleasurable acquaintance, while already conspiring on how to get our next meal just as good as the ones we had in the past two days. All these wonderful things considered, Asador Iñaki is truly a ⁵⁄₅ — to those in the know of what to order.

Comida excelente a buen precio. Si hay que poner «pero», le pongo 3: 1º no reservan, 2º mesas pequeñas e incómodas y 3º no tienen aire acondicionado. Pero no importa, sólo pasar por la puerta y el olor a carne asada te atrae. Además de las carnes, un pulpo asado exquisito.

El tipico bar pequeñito, familiar… ¡pero que cocinan muyyy bien! La carne, mariscos y pescados se notan que son de calidad :)