En Málaga, decir Mira y decir helado viene a ser casi la misma cosa. Esta de Andrés Mira, situada en el barrio de Tiro Pichón, continua la tradición de la familia Mira aunque, a diferencia del negocio que ha hecho popular a la familia(Casa Mira) no tienen turrones y se han especializado en helados. El local cuenta con un pequeño salón y unas cuantas mesas en un velador y en él encontramos fundamentalmente helados artesanales y granizados. Es difícil quedarse con único helado aunque, si tuviera que elegir, me quedaría con el sorbete de naranja con virutas de chocolate y con el de chocolate belga. Por supuesto, esta heladería es el lugar perfecto para degustar un clásico en los veranos malagueños: El blanco y negro. Para quien no conozca el producto, el blanco y negro es un granizado de café cubierto con helado de mantecado. Una delicia.