A mí las tintorerías siempre me han parecido una cosa ultra cara que te mueres, pero es inevitable utilizarlas de vez en cuando para llevar a limpiar algunas cosas. En mi último caso, se trataba de un traje que tenía que llevar a la boda de una amiga, y que hacía bastante que no me ponía(¡menos mal que no tengo que llevar traje al trabajo!). Busqué alrededor de mi casa para encontrar una tintorería cercana, y me encaminé a esta. Veinte euros me costó lavar y planchar traje y camisa, un precio bastante adecuado si tengo en cuenta que fue un servicio bastante rápido(prácticamente 24 horas). Son bastante simpáticos y el traje estaba impecable cuando me lo devolvieron, como debe ser.