Verdejo Taberna Artesana

La semana pasada fui a comer a este sitio y resultó una magnífica experiencia. Carmen y su socia tienen una carta muy creativa, que despierta la curiosidad, por lo que mis acompañantes y yo decidimos picar un poco de todo.
Tienen un magnífico repertorio de vinos, que no deja indiferente a nadie. En nuestro caso decidimos abrir con una manzanilla ‘La Goya’, de la reconocida bodega Delgado-​Zuleta, una institución sanluqueña. Empezamos con una tapa de oreja muy rica. Luego llegaron tres salazones de pescado azul (caballa, pez limón y albacora) hechas de forma artesana y para recordar eternamente.
A continuación probamos una elegante y fresca ensaladilla rusa con salazón de bonito y decidimos pasarnos al amontillado ‘Monteagudo’, también de la bodega Delgado-​Zuleta. Después vinieron unas deliciosas croquetas típicas de la abuela y más tarde una cazuela de mejillones de roca hechos al momento con puerro y cebolleta.
Cerramos, como no podía ser de otra forma, con una degustación de quesos de dentro y de fuera, que maridaron a la perfección con el amontillado. Las propietarias se aseguraron de escribir el orden en que debíamos comerlos: 1) ‘Suerte Ampanera’, de pasta blanda de cabra, producido en Colmenar Viejo, Madrid; 2) Poyoyo, de oveja, oriundo de Cádiz; 3) Reblochon de Saboya; 4) Queso azul de Valdeón, León y 5) Torta Rufino de cabra, por supuesto de Extremadura.
Por sus precios no es un sitio para ir todos los días, pero de vez en cuando merece mucho la pena darse el gusto. Volveremos fijo.

An intimate and cozy little restaurant in the Salamanca district of Madrid serving traditional food with a modern twist. You can tell that everything is done with love, each piece of meat/​fish carefully sliced and plated. Even the basic house wines are thoughtfully chosen and delicious.
The place is owned by Carmen and her partner. Carmen took the time to explain the dishes to us in English as soon as she realized that our Spanish was basic. She introduced us to an amazing sherry when we asked for a digestif to close out our meal. And when we asked for a bottle to take home, sold us a bottle basically at cost.
We walked away appreciating the passion for good quality food that our hosts put in to the meals they serve and hope to return to Madrid someday soon to visit Verdejo again.