Triskel Tavern

Buen sitio para disfrutar de una pinta en el barrio. Te atienden muy bien y la gente es súper simpática, no recuerdo la última vez que los cambiaron y eso se agradece, ya que el trato se hace más personal.
La única pega es que se llena en exceso (buena señal, por otro lado), pero se compensa con las buenas cervezas que se ofrecen, tiradas con gran maestría y la amplia variedad de licores.

This may not entirely be a fair review because I went to an event that just isn’t my typical scene.
I was at Cien Montaditos before and a friend suggested Triskel’s for their open mic night. I have never been to an open mic (I know this is sad) so I was excited to go. Once there, I bought a fairly pricey beer and headed to the basement where the music was.
The atmosphere was very cool because the basement was likely a cellar before, with the original stone still intact. In the back corner was a small stage where people played music. I think if I had a larger affinity towards playing music I would have enjoyed myself more, but unfortunately I do not. Also I was in the mood to drink and dance and this was not the scene.
I would like to go another another time, perhaps on quiz night or a night where I just want to relax before I totally write it off. It just wasn’t my scene; not the fault of the bar.

Monday night pub quiz! The regular barmen, Marc and Damien, are lovely. The prices: not so much (€ 3.70 a pint). No credit cards accepted — bring cash, or run around the corner to Calle Fuencarral for an ATM. Big basement, great for groups, but I think it only opens for weekends.
Los lunes: ¡noche de trivia! Los barmen regulares, Marc y Damien, son muy buena gente. Los precios no tan buenos (€ 3.70 una pinta). No se acepta tarjetas de credito — trae contigo algo de efectivo, o ve a Calle Fuencarral para los cajeros. El sótano está muy amplio, y bueno para grupos, pero creo que solo se abre los findes.

Es uno se los cientos de bares irlandeses que se pueden encontrar en Madrid. Y como tal, tiene lo que todos: cantidades ingentes de cerveza, poquísima luz (¿es que a los irlandeses no les gusta verse las caras? ¿o es que beben tanta cerveza que les da vergüenza quedarse dormidos y por eso en los irlandeses no se ve nada?) y muchas mesitas de madera como para que te tomes tu cervecita tan ricamente.
Pero este bar tiene dos aspectos diferenciales. El primero, que está situado en una de las calles más transitadas de Malasaña, por lo que siempre está hasta arriba. El segundo, que la planta de abajo parece una vieja cava, con su bovedilla, sus techos medianamente bajos y sus paredes de ladrillo visto. Quizá es en esa planta baja, lejos del mundanal ruido –y de la cobertura telefónica– donde la cerveza sabe cien veces mejor, tanto si es una pinta como si es media.

Tribunal es un sitio muy bullicioso y más cuando, como dicen los Estopa, «enciendes la radio por dentro» a base de copas y lo que no son copas. Si en medio de esta vorágine quieres parar un ratito, sentarte tranquilamente y tomarte una buena cerveza al estilo british, has llegado a tu sitio.
Triskel tiene todo lo que se espera de un bar irlandés con la ventaja de estar situado en el meollo de la juerga. Los dueños organizan un montón de conciertos, posibilidad que, dicho sea de paso, está cercenando el Ayuntamiento a golpe de legislación. Por lo visto ahora no pueden albergar conciertos aquellos locales que no estén inscritos como bar de conciertos en algún papel del palacio de Cibeles…
Como todos los irlandeses se peta los días de partido importante de Premier League. En estos casos es mejor salir echando leches del garito si no se comparte la afición y el sentimiento de la colonia inglesa en Madrid, muy dada a vocear, toparse amigablemente y celebrar las victorias –y las derrotas– a base de cubos de birra.

La taberna irlandesa por excelencia de la calle. Uno de los mejores sitios de Malasaña para tomar cerveza. Todo el que entra tiende a embriagarse, pero jamás y son muchos que llevo yendo he visto una pelea. Por supuesto que no es su único atractivo, puesto que hay conciertos y partidos de la liga inglesa en directo, y de otras competiciones del viejo continente. Llama mucho la atención porque en una época de éxitos de nuestro deporte se mantienen fieles a los gustos de su público de siempre. No pierden su estilo y como buen irlandés presenta una amplia variedad de cervezas, sobre todo de la negra.

Al triskel acudí con una amiga porque nos pareció curioso el nombre ya que las dos llevamos tatuado en la muñeca un triskel, símbolo celta que significa el equilibrio entre la mente, el cuerpo y el alma (así resumidito).
El caso es que, aunque el sitio no es de los más grandes del mundo, el ambiente es súper agradable, mucha gente joven (malasaña es lo que tiene) y para tomarse unas cervezas más que recomendable.
Alguna vez he pasado por delante un día de partido y he huído.

Un irlandés, sin ser el mítico irlandés de postal que puedes encontrarte en todos los lugares del mundo menos en Irlanda. Buena cerveza, buenos precios, decoración con motivos celtas. Tiene dos plantas; abajo suele haber conciertos y otras actividades.
Yo suelo ir todos los años, por lo menos, un par de veces, coincidiendo con el torneo 6 Naciones de Rugby: hay varias pantallas donde suelen poner deportes ininterrumpidamente. Pero tampoco se te ocurra ir a ver un Barça-​Madrid, porque esos días suele haber lleno hasta la bandera.