Teatro de la Abadía

Un teatro realmente hermoso. Me encantó tener la posibilidad de ir durante mis días en Madrid. Es un centro de estudios y creación escénica que aúna el entrenamiento teatral y la creación. Es realmente un rincón bonito: el teatro es encantador y el entorno precioso. Envuelto de un jardín que lo hace un lugar muy tranquilo.
Fui a ver la presentación de la nueva temporada del Teatro para este año ²⁰¹⁵⁄₂₀₁₆. Vi una lectura de Alfredo Sanzol, que va a programar La respiración. Una muestra de un sketch de Harold Pinter como presentación de la obra del mismo autor que va a ser representada en esta nueva temporada. Y por último una parte de otra obra (que no recuerdo el nombre) que ganó los premios Max.
Total: me parece que este teatro tiene una cartelera que lo vale todo. Envuelto de profesionales del ámbito teatral que hacen que valga mucho la pena todo lo que puedan llegar a programar allá.
No dudéis en pasaros, aunque solamente sea para verlo. Vale la pena, os lo digo!

El teatro Abadía me encanta por ser un espacio bastante agradable en un patio con notable encanto y también por el criterio en su cartelera.
Las obras que he visto aquí han resultado siempre interesantes. Recuerdo especialmente «La punta del iceberg» y esta última de «Entremeses», las dos con Luis Moreno, que es un actor que me hace muchísima gracia. Así que, casi siempre que la obra se representa en este teatro, me apetece venir.
El interior también es agradable y los asientos y visibilidad óptimos. La última vez, eso sí, al estar en primera fila, daba la sensación de que el escenario estaba demasiado cerca.
El teatro además está en una zona con muchas opciones para tomar algo cerca, ya sea una cena a base de raciones, o cañas en los alrededores. Hay día del espectador y es recomendable aprovecharlo. Las entradas se recogen en taquilla, aunque se compren online.

Me gusta mucho el teatro de la Abadía. El sitio tiene un punto raro, como de templo séctico, pero eso le da su punto. Siempre me había llamado la atención el jardincito con figuritas kitsch de gnomos y de todo que hay entrando a la derecha y la última vez que fui me enteré de que pertenecía a una guardería, así que le perdono ese detalle hortera que munca tuve claro si me gustaba o no.
La programación que tienen es bastante interesante, tanto de las producciones propias como de las de fuera. Espectáculos tan importantes como Juicio a una zorra, La función por hacer, En la luna o La tortuga de Darwin están ligadas a este lugar.
También tienen cursos y clases magistrales muy interesantes, lo que lo hace un sitio a tener en cuenta dentro del mundo teatrero madrileño.

En este caso, si se puede juzgar el exterior, bueno al menos quedarse deslumbrado desde la puerta, la cúpula, los jardines.
El teatro de La Abadía te conquista desde que lo ves en la calle.
Por dentro su espacio es igual de deslumbrarte, con una sala de espera en la que te ofrecen té gratis (también puedes comprar agua o algo de picar), y folletos y revistas teatrales.
Su escenario circular y su platea son preciosos, un espacio privilegiado para ver teatro.
Consultar su cartel, tienen obras atrevidas, independientes, de compañías pequeñas y grandes, y producción propia.

Siempre he pensado que el mejor sitio para hacer teatro es una iglesia, ¿por qué será?;))
Me parece impresionante la acústica que tienen en general. Y si le quitamos el halo tétrico para algunos o misterioso para otros, que puede tener con unos buenos HMI, ya está. Ahí tienes un buen teatro.
Pues La Abadía es una antigua iglesia con dos salas de teatro muy interesantes.
No menos interesante suele ser su programación aunque a veces hay más fachada que chicha. Pero aún así, vale la pena estar siempre al tanto de lo que hacen.

Este teatro es como muy moderno, a ver, como os lo explico. A mí me gusta mucho, y me gusta mucho que esté en lo que fue la antigua iglesia de la Sagrada Familia, porque le da un. una cosita diferente. Y se nota en la energía, de cualquier modo, la programación es como muy independiente y muy interesante, los autores escogidos son dramaturgia pura, y en su conjunto, incluida la gráfica de los carteles es una maravilla.
El caso es, que encuentro a los dramaturgos escogidos demasiado… intelectuales. Ya me entendeis, intelectuales… de aquella manera, un poco ortodoxa y sin gracia :)
Esto es por supuesto, una onda personal.