Estuvimos hace poco de cañeo después del trabajo aquí, y hay que reconocer que es un sitio muy bien atendido y con ideas interesantes: los vola-tonics, esos mini-gintonics con cosicas, están bien preparados y adecuadamente pensados, no son una copa con crudités, como les ha dado a algunos por hacer ahora. Los embutidos muy ricos, especialmente los chicharrones de Jerez. La cerveza, Cruzcampo, como no podía ser de otra forma en un bar andaluz. Eso le quita puntos; por muy fría que te la pongan, sigue siendo un poco ful. El jamón ibérico posiblemente fuera ibérico, pero debía ser de la parte más mercadona de la denominación… Vamos, que no vale lo que pagamos ni por asomo. Sitio muy agradable, pero caro. Excesivamente caro, sobre todo si vas a cenar.
Stef A.
Classificação do local: 3 Madrid
Acudí a la Taberna del Volapié para celebrar el cumpleaños de un amigo. Nos pareció un buen sitio porque tienen mesas para grupos y aceptan reservas. Además una amiga había estado en el local hace algún tiempo y le gustó mucho, así que seguimos su recomendación. Muy a mi pesar, tengo que decir que a mí me decepcionó un poco. El camarero nos informó de que acababan de cambiar la carta del local y que ahora, además de las tradicionales raciones frías, habían incorporados platos calientes. No obstante, nos aconsejó que no pidiéramos raciones calientes, ya que al parecer la capacidad de la cocina aún no ha sido adaptada y los platos tardan en salir. Además no tenían existencias de varios platos de la carta. Finalmente decidimos pedir varias raciones frías y algunas calientes. De las frías, pedimos dos papelones de ibéricos, con un surtido de jamón, chorizo, salchichón y carne mechada(9 € cada uno), un tronco de atún con tomate(6 €) y un tomate al volapié(6 €). De las calientes, pedimos berenjenas fritas con miel(6 €), croquetas de puchero(6 €) y dos raciones de carrillada ibérica(9 € cada una). La comida estaba buena, aunque nada especialmente destacable. Un detalle que no nos gustó es el no les quedaba miel y acompañaron las berenjenas con salmorejo. El resultado no era malo, pero no nos informaron de que iban a hacer el cambio, y hubiéramos agradecido que nos preguntaran antes de si nos parecía bien o no. Como era el cumpleaños de mi amigo le pedimos al camarero que nos guardara una tarta que traíamos en la nevera del bar y nos hicieron el favor sin ningún problema. Cuando terminamos de comer, la sacamos y le dimos la sorpresa. Además el camarero nos invitó a una copa de Solera 1847, que es un vino oloroso que marida perfectamente con el postre. Lo más positivo del local es el buen servicio y la rapidez. Hay muchos camareros y te atienden muy rápidamente. Algo que también destaco es lo limpio que estaba el baño. Y por supuesto, el detalle de invitarnos a la copa de vino. En cuanto a los aspectos negativos, no me parece lógico que tengan una carta muy amplia si no son capaces de servirla. Creo que en este caso es preferible tener una carta más reducida. Otro aspecto negativo es que hacía muchísimo calor, aunque no sé si esto es algo puntual porque sólo he estado una vez. En cuanto a la decoración del establecimiento, en tauromaquia«volapié» o «vuela pies» es el nombre que se le da al movimiento que hacen los toreros cuando van a entrar a matar al toro. Así que tal y como el nombre sugería, la taberna está decorada con motivos taurinos. Las paredes muestran muchas fotos de toreros, y las sillas están cubiertas con las típicas almohadillas, a modo de cojín, que se usan en las plazas de toros para sentarse en las gradas.
Carlos M.
Classificação do local: 4 Madrid
Si seguís mis comentarios sabréis que los sitios«pijos» no son precisamente mis favoritos, pero me gusta reconocer la calidad y por eso no he dudado ni un momento en recomendaros este lugar. Lo he descubierto hoy casualmente, cuando hacía de Rey Mago por esta zona: Paseo de la Castellana — Paseo de la Habana — Santiago Bernabéu. Buscábamos un sitio para comer y descubrimos esta taberna andaluza, con una agradable terraza en la que aún podíamos disfrutar de unos rayos de sol. Nos hemos sentado en la calle y hemos pedido unas raciones que nos han sorprendido muy gratamente. Todo estaba delicioso: la carne mechá, la carrillada de cerdo y los taquitos de atún encebollado. Hemos decidido pasar al interior para tomar el postre, porque el sol se había ido y empezaba a refrescar. Dentro hemos visto el local, con ese aire andaluz rancio de hace años y clientela más bien pija y también rancia. Pero no me malinterpretéis: todo excelente, ambiente agradable y servicio insuperable: el amable camarero nos ha servido con mimo y detalle. Como colofón, el postre: un flan de higo al Pedro Ximénez acompañado de una copita de vino dulce que nos ha sabido a gloria, invierno y Navidad. No me hubiera importado tomarme un gintonic después, pues los he visto y tenían tan buena pinta y tan buenos precios como todo lo demás. Porque lo mejor de esta taberna es que, además, tiene precios asequibles y no desorbitados como casi todo hoy en Madrid. Será porque tiene su origen en Jerez en 1872 y conserva los precios del Sur, además de los aires… Sin duda volveré a visitar esta taberna, tal vez esta de la Castellana madrileña o tal vez alguna de sus muchas sucursales, repartidas sobre todo por el Sur de España.
David A.
Classificação do local: 4 Ponferrada, León
Una situación excelente, aparcamiento, terraza, y la comida muy buena, estilo andaluz.