St. James

El equipo St Jame’s tiene fama legendaria desde hace tiempo en Madrid y, si hay algo que me gusta en esta vida, es el arroz, con lo que no me lo pensé mucho cuando me decidí a elegir el restaurante del sábado.
Hay varios en distintos barrios de Madrid y yo escogí el de Casa Quemada por pura comodidad geográfica, ya que pensaba desplazarme en coche. En este local, en concreto, podías disfrutar, además, de una de esas ofertas del 40% tan populares en internet estos días y que, en el caso de este restaurante, compensó hasta el punto de ponerle cinco estrellas.
El lugar es agradable, con una terraza sombreada y el interior habitual de un restaurante de arroces en Madrid, es decir, en blanco y azul y con la elegancia algo rancia de otra época. Esto no me molesta en absoluto, que quede claro, pero sí resulta un hecho curioso que empieza a llamar mi atención, aunque debo hacer un estudio de campo más exhaustivo.
Pedimos pulpo de entrante. Estaba rebozado pero no grasiento y nos pareció muy bueno. Luego llegó la maravilla del arroz a banda, que resultó ser uno de los mejores que he probado últimamente en Madrid. El punto del grano era impresionante, los bocados suculentos y con sabor, pero sin exceso de sal. Lo único que me impidió no pedir otro es que estaba demasiado llena y que habíamos pedido postre (no tenemos remedio).
Me gustó el sitio y, con la oferta, la relación calidad-​precio es estupenda. Salí contentísima y con ganas de repetir tan pronto como pueda.

Cette fois je né peux donner un avis que sur la base du contenu de mon assiette car étant invité je n’ai pas eu la carte sous les yeux. Évidemment d’un point de vue purement gustatif je suis sûre de m’être concentré uniquement sur la qualité de ce qui était servi sans altérer mon jugement, cependant s’agissant de donner avis étayé je né peux complètement remplir ma mission. Cette précaution étant prise je peux maintenant me consacre a ce qui aura été un excellent déjeuner. L’entrée constituée d’un patchwork de ce que l’Espagne produit de meilleur: jambon, calamars (tout petit et je né me rappelle plus du nom) a la plancha, terrine de poisson; tous ces produits étaient excellents. En plat deux paella l’une traditionnelle, l’autre. L’encre de seiche. Cette seconde accommodée s’un aïoli était absolument excellente. En dessert le fondant au chocolat né surprendra pas les vrais amateurs mais il a le mérite d’être bon et même coulant en son cœur car servi chaud, je noterai d’ailleurs que l’intérieur non cuir laissait révéler des trace de blanc monte en neige laissant deviner un produit maison. En bref une bonne adresse quoique malheureusement éloignée deu centre., mais ce restaurant ayant d’après sa carte 4 adresses à Madrid, il est probable qu’une soir mieux située et tout aussi bonne.