Shukran

Viernes tarde, llego a casa después del trabajo y mi novio me sorprende con una cena. Me dice que me lleva a un libanes, y ¡ Yo encantada oye ! Así que me pego una ducha, me pongo mis mejores galas y nos vamos hacía el restaurante.
A la llegada nos reciben muy bien, son muy atentos y majos. El restaurante está bastante vacío, pero en cuestión de media hora se llena, terraza e interior incluidos. Terraza cubierta con estufas, por supuesto.
El primer plato, una sopa de yogur agrio con pepino, un bol, un plato de ensalada tabbouleh, otro bol, y un poco de humus y mutubal pero de berenjena. Todo bastante rico, la verdad. cierto es que la combinación de la sopa agria y pepino el contraste era demasiado, pero bueno, la verdad. Tengo que reconocer que los sabores tienen que gustarte, si no, estas algo perdido/​a.
Después de esperar un buen rato, tuvimos que avisarles que los segundos platos aún no habían llegado, nos llegó las sambusa, una pasta en forma de estrella con queso, fatayer, lo único decente, dos especies de croqueta rellena de la misma carne que las sambusa, llamadas Kebbey dos piezas de falafel. Esto estaba, simplemente ok, ni fu ni fa, vamos, que nada especial.
Después de volver a pedir que nos trajeran los postres, si, la segunda vez que le pedimos que nos sirvan, nos traen una especie de queso fresco con coco y miel y un par de pastelitos libaneses, el de pistacho una delicia, la verdad y el queso fresco con miel y coco también estaba bien.
En resumen dire que no voy a volver, básicamente por que, excepto dos cosas de las que tomamos, lo demás era simplemente okay, sin más, ni malo ni bueno. Por lo que prefiero investigar otros sitios que me sorprendan, o no. No me vale la pena volver. El servicio fue bastante caótico, tuvimos que pedir que nos trajeran los platos dos veces dado que tardaban la vida en hacerlo. Quizás fue por que íbamos con un vale de groupalia pero el servicio respecto a otras mesas fue bastante lento. Cabe decir, aún así, que eran muy amables. Los precios no los sé por que nos costó 30e los dos, con el vale, pero son algo más caros.

I came to this Lebanese restaurant which was recommended by friends. The environment was nice, with good outside dinning area. The musaka was nice. Falafel and kebbe were just ok. Dessert was good especially the ones with pistachios. Little attentive servicing.

This place was great! Yummy, chicken shawarma sandwich was really yummy! good service, good variety! Highly recommend it!

Shukran es una de esas pequeñas joyas escondidas que de repente te acuerdas de su existencia, decides probar, ¡pam! sitio favorito.
Y digo lo de que de repente te acuerda de que existen porque este local, que está en el barrio de Sanchinarro, pasa totalmente desapercibido porque no está en la avenida principal junto con el resto de restaurantes (la mayoría cadenas/​franquicias…) y desgraciadamente a no ser que vayas adrede porque ya lo conoces o pases por ahí por alguna razón, nunca lo verías…
Pues bueno, llevo pasando por delante mucho tiempo y por fin el martes nos decidimos a probarlo. ¡Qué buena decisión!
Nos sentaron en una terracita muy apañada y muy tranquila, sin el bullicio de la avenida y con una iluminación perfecta, ni muy tenue ni muy de «lámapara de insectos».
Bueno, ya es hora de que nombre el tipo de restaurante que es: libanés. Primer avez para mí también. La cocina libanesa, aparte de tener muchísimas opciones vegetarianas (¡viva!), es muy saludable y ofrece muchas más cosas aparte del ya tan extendido hummus que ofrecen en multitud de locales hoy en día. Probad el de aquí y jamás volveréis a tomar uno de los de por ahí…
La carta es bastante extensa, entrantes fríos (hummus, mutabal), calientes (falafel, empanadillas libanesas), ensaladas (tabulé), principales, rolls, postres… Practicamente todo se ofrece en 2 formatos: ½ ración o ración entera, lo cual está genial para compartir.
Nosotros queríamos una cena frugal, así que solo pedimos 3 platos.
–Mutabal: crema de berenjenas, ideal para untar con pan libanés. Espectacular. Se te deshace en la boca, como un paté pero mucho más suave y sedoso. Un 10.
–Musaka: Toda la vida había pensado que la musaka era como una lasaña pero de berenjena. Pues no, la versión libanesa es como una especie de pisto, con garbanzos, que está simplemente espectacular. Recomendada 100%.
–Ensalada fatoush: el que menos me gustó de los 3 platos, pero aun así, buena y variada, mediterránea, con un toque de menta y con un pan frito que le daba un gusto peculiar a todo el conjunto.
Eso fue todo, pero volveremos 100% para probar el falafel y algún postre como la baklava.

Buen restaurante libanés.
Comimos en la terraza exterior, bastante agradable ya que la calle apenas tiene tráfico.
Pedimos el menú degustación mas sencillo, y la verdad es que era bastante abundante, variado y de buena calidad.
El trato de la chica que nos atendió bastante amable.
Conozco varios libaneses en Madrid y este estaría mas o menos en la media, y si tenemos en cuenta la relación precio/​calidad, algo por encima. Si estás por la zona de Sanchinarro es una buena opción, ya que se aparca bien en las inmediaciones.

Pésimo el trato y la educación del encargado. Los mesoneros lentos y con la cabeza en otro lado. Los sándwichs de falafel, chawerma no tienen nada que ver con los auténticos y originales. No repito