I just had the most relaxing and exquisite meal at Santo. Juliana was warm and welcoming. Her food was unique and flavorful, the wines delicious and the atmosphere so fun. She has a unique style and that plays out in everything from the spices in the dishes to the decorations on the walls. I can’t wait to go back.
Maria G.
Classificação do local: 1 Madrid, Spain
Very nice decoration but a rip off of a place. I dont know where the good reviews and comments about good price come from. Also they say it is a friendly place for kids but they only have tomato pasta as an option for them. It comes cutely presented but is tiny, and costs 11 € a head. The brunch for 26 € is also a rip off and the burgers for 13,50 € where more an appetizer than a main course. When we mentioned this to the waiter he said he would comment it to the owner and no one came even to aclnowledge or apologize. In one word EMBARRASING
Rosa G.
Classificação do local: 4 Madrid
Tenía Santo en mi to-do list desde hacía siglos pero nunca surgía venir a conocerlo. Por fin, buscando un sitio guay donde hacer la cena de Nochevieja en Madrid me topé con el menú especial de Santo para este día, que tenía una pinta estupenda. Me pareció más agradable y acogedor que los típicos restaurantes de hotel(la mayoría abiertos esa noche), y además así ya por fin lo tachaba de la lista. La mesa en la que nos tocó cenar no me gustó demasiado. Estaba justo al lado de la puerta, completamente apartada del resto de mesas. Esto podría haber sido un punto a favor si no hubiese estado justo delante del mostrador de entrada y de la puerta. Entraba algo de frío a veces y era más difícil llamar la atención del camarero porque no se nos veía. Esto es lo único que me hace no ponerle 5 estrellas, aunque he de admitir que el camarero y la chef, que estaban atendiendo las mesas, estuvieron en todo momento súper atentos y solícitos. En cuanto al menú, se trataba de un menú cerrado de 80 €, con varios entrantes, un principal, postre, bebidas, y por supuesto, 12 uvas y café. Todo lo que probamos estaba buenísimo. Empezamos con una caipiriña fuertecilla, muy bien preparada. Normalmente las capiriñas no me gustan porque me resultan muy dulces, pero ésta me gustó muchísimo. De entrantes nos sirvieron los clásicos mezzes, con verduras, embutidos y quesos, todo muy rico, aunque me pareció raro que no nos trajesen pan. Tampoco lo pedimos porque la cena iba a ser grande y así no nos llenábamos tanto, pero probablemente hubiesen estado mejor con pan. A continuación nos sirvieron un vasito de crema de calabaza a la portuguesa, deliciosa, con un toque picante, y un cuenco de gambones con chutney de piña que estaban de muerte, creo que lo mejor de la cena. Como plato principal podías elegir entre roast beef con salsa y patatitas asadas al romero o salmon mi-cuit a los cítricos, servido con verduritas. Mi chico pidió la carne y yo el pescado, y así lo pudimos probar todo. Nos gustó mucho aunque es verdad que estos platos no parecían tan brasileños como el resto. Para terminar probamos una tartaleta de chocolate con jengibre, demasiado densa para mi gusto, sin demasiado sabor al jengibre, y la mousse de fruta de la pasión brulee, mucho mejor en mi opinión. También nos pedimos dos espressos, mucho mejores que la mayoría de cafés que he probado en restaurantes. Estuvimos más de 3 horas allí, desde las 21:00 hasta después de las uvas, y la verdad es que no se nos hizo nada largo porque el ambiente era muy agradable. Como para las 00:00 muchas mesas se habían vaciado(la mayoría eran extranjeros que supongo que pasan bastante de las uvas), nos pudimos cambiar de sitio para ver mejor el proyector que habían puesto para poner las campanadas. Salieron un par de cocineros para tomar también las uvas y una señora que estaba cenando allí(y que creo que era amiga de la chef) repartió bengalas. Fue bastante divertido y entrañable :) Tengo que volver otro día para probar la carta normal, aunque me aseguraré de reservar especificando que queremos una de las mesas de dentro. Así seguro que la visita será perfecta!
Ferdinando G.
Classificação do local: 4 Riverside, CA
Very good place indeed! I was looking for something different from the standard tapas bar for my last dinner in Madrid and I found it. The internal design of this restaurant already says it all, it is a bit towards the hipster philosophy but for sure some of the details are lovely starting from the handle to open the door that is a fork(a spoon is attached on the other side). The menu is simple and short, for me a very positive sign of dedication to particulars. Try the suggested starter that gives you a wide overview of the good products you can taste seasonally. Later I had the Brazilian sirloin and the mud cake both well done and tasty. Only down side? Maybe a bit expensive for Madrid but I would be willing to pay even a bit more for what they offer: passion for food and care for details.
Sara R.
Classificação do local: 3 Madrid
Estuve cenando hace unos días, puedo decir que es un lugar muy acogedor y confortable. Comenzamos con el entrante mezze de verduras asadas y mozarella de búfala, todo de muy buena calidad. De segundo tomamos el kebab groumet que estaba muy bueno y rabo de toro con quinoa, un plato muy original, pero la carne un poco seca para mi gusto. De postre tomamos el Mousse de fruta de la pasión muy ligero y de sabor intenso. Todo muy bien pero nos pareció caro. Puedes encontrar restaurantes que te ofrecen la misma calidad de productos pero con una carta más asequible.
Martín L.
Classificação do local: 4 Madrid
un lugar a tener en cuenta para cuando queramos darnos un homenaje. platos con personalidad y múltiples influencias, sobre todo brasileñas(país natal de Juliana, su propietaria). en la carta solo segundos, y contundentes(con tamaños más recomendables para compartir, así que conviene pedir con prudencia). de primero, riquísimos mezzes(solo por ellos conviene visitar el restaurante), no hay otra opción. precios algo altos, pero es que menos es imposible pagar por ellos.
Lolo R.
Classificação do local: 5 Madrid
No puedo decir más que me encantó. Disfruté de una velada absolutamente maravillosa, porque todo, absolutamente todo, acompañó. Empezaré por decir que creo que jamás en mi vida había subido por esta calle, aunque sí por las anteriores y posteriores, y que me sorprendió un poco ver el ambiente en derredor. Tremendo. Así que el Santo es un pequeño paraíso en Caños del Peral. Tras sortear un par de flyers ofreciéndome algunas cosas que probablemente no probaré en la vida, me adentré en el Santo y me senté en una mesa para dos, aunque el sitio tiene mesas de todos los tamaños, hasta una gigantesca que, probablemente, sirva como mesa comunal si no tienen reservas tan grandes. Atención a la decoración, porque todo acompaña. Mucha madera, mucho trasto viejo, sobre todo de cocina, enmarcado. Encantador. Atención también a la pizarra del fondo, justo donde está la cocina, porque hay sugerencias, platos fuera de carta y algunas noticias de última hora. La carta, concisa pero con bastantes opciones, viene en una tabla de cortar de las de madera, con su mango y todo. Y la carta de vinos viene en una más pequeña. Para abrir boca, pedimos lo único que tienen, mezze mediano. He de decir que, para una cena, es suficiente. Trae verduras a la parrilla, algún embutido(en este caso una mortadela que era como para rozar el cielo con las puntas de los dedos), tomates secos, queso y una ingente cantidad de un aceite maravilloso que, acompañado del pan que nos trajo, podría habernos servido de cena. Pero uno está en un restaurante, y aunque nadie le vea, lo importante es mantener las formas. Así que mojé un poco de pan en el aceite, discretamente, y me lo metí en la boca a toda prisa, porque eso había que probarlo. Luego vinieron los platos principales, y no pudimos haber acertado más, aunque tengo la ligera sospecha de que habría dado lo mismo lo que hubiésemos pedido: estoy seguro de que está todo delicioso. El tabulé con cous cous estaba como para echarse a llorar, pero no sé si de alegría por lo delicioso que estaba o de pena por la pena que daba comérselo y que, poco a poco, fuese desapareciendo del plato. Como mi acompañante y yo teníamos confianza, compartimos el plato, y mi siguiente paso fue el kebab gourmet. Yo no sé qué daba más pena comerse, si el tabulé o el kebab gourmet. Por favor, qué delicia, qué bien preparado y qué rico me supo. Para beber pedimos un vino blanco que también estuvo delicioso, y aunque la camarera estaba un pelín despistada(pedimos un vaso de agua para tomar unas pastillas y una cubitera para el vino y se le olvidó varias veces) daba igual, porque era tan encantadora que se lo perdonabas todo. A la hora del postre, pedimos la delicia de chocolate, más por presión de mi acompañante que otra cosa, porque yo NOPODÍAMÁS. Qué gran acierto: haced un hueco, aunque pidáis para compartir, que te traen dos cucharas de mil amores. Estaba francamente impresionante. ¿El precio? Pues a ver, no es baratísimo. Pero nos salió a unos 30 € por cabeza, botella de vino incluida. Así que, para darse un pequeño homenaje, no está nada mal.
Elena M.
Classificação do local: 4 Madrid
Tenía ganas de entrar cada vez que pasaba por delante. El interior me llamaba mucho y la carta, anotada en pequeñas notdas tendidas en el cristal también producian imágenes sabrosas en mi mente. Así que con motivo de una cena fui ayer allí. Pudimos elegir asiento y ya que eramos dos, decidimos sentarnos en una mesa pequeña donde nos esperaba una decoración muy mona: mesa de madera, sillas de madera y mantelitos de papel con dibujos de alimentos. Además había una pequeña cestita con plastidecors así que nos pusimos a pintarrajear. Ésto no sé si es porque antes se habría sentado alguien con un niño o porque lo ponen para desarrollar la creatividad mientras esperas al servicio. La cocinera muy maja nos trajo la carta, que son unas tablas de cortar con mango, un detalle genial. Además, nos preguntó si era la primera vez que veníamos y nos dijo las sugerencias y nos explicó los platos. Nos decantamos por un entratante(Mezze los llama) mediano que era para compartir. Sólo hay este entrante, que puede ser mediano o grande. Que contiene un poco de todo, desde queso, boquerones, tomates cherry, calabacín, etc. Después un cuscus vegetariano y un kebab con salsa de yogourt que llevaba una pequeña ensaladita con aceitunas, tomatito y berros. Todos los platos estaban deliciosos y perfectos para compartir porque son raciones grandes. Para el postre elegimos una locura que estaba buenísima. Era un tarro de cristal con chocolate con dulce de leche y trozos de algo que nos hizo ponernos gochísimos. Para el vino uno blanco. En definitiva todo super rico pero un poco caro. Como 30 euros por persona.
Pilar M.
Classificação do local: 5 Madrid
Un ambiente acogedor –cumpliendo los últimos cánones-: la luz, las mesas de madera, las sillas«rescatadas» de alguna tienda de muebles de segunda mano, las flores, la cocina a la vista, y por supuesto, el trato. Dueña y camareros nos atendieron con la mejor de sus sonrisas y sus consejos, y todo lo que probamos tenía su toque brasileño y era exquisito, especialmente los postres –no os perdáis el gâteau de dulce de leche con helado de Idiazábal!
Giusep
Classificação do local: 4 París, Francia
Dentro de los últimos locales de moda y de estreno, en Madrid nos encontramos con el Santo. Original propuesta a base de recetas mediterráneas con influencias brasileñas. Y yo con mi alta vinculación con el pueblo brasileño os recomiendo una moqueca de pescado y una caipirinha, pero antes podeis degustar unos mezzes, que lleva verduras, embutidos y quesos. El precio medio es de 30 €.