Samurai

Por 25 pesetas, lugares que odias del centro de Madrid. Por ejemplo, la Plaza de Santo Domingo. Un, dos, tres, responda otra vez.
Yo todavía recuerdo el aparcamiento en superficie que había en la Plaza de Santo Domingo. El primero de Madrid. Un hórrido templo al coche, que además daba a la plaza una pinta siniestra. Cuando se propuso desmontarlo, algunos aplaudimos la decisión, sin saber que allí se iba a levantar una enorme plaza de hormigón que, aunque mejora un poco la situación, tampoco es que haya quedado precisamente bonita.
Pero hay sitios, como el Samurai, que hacen de esta plaza un lugar más bonito. Visto que el restaurante generaba animadversión en Unilocal,tenía muchas ganas de ver con mis propios ojos qué era lo que pasaba. Y la verdad es que tuve suerte, porque la experiencia fue bastante buena.
Yo pedí un menú del día, que tiene un precio de unos trece euros. Obviamente, algo más elevado que el precio de un menú del día cualquiera, pero todo el mundo sabe que los restaurantes japoneses tienden a ser algo más caros. De primero pedí sopa miso, y de segundo katsu-​don, cerdo rebozado sobre arroz y huevo.
Para empezar, nos trajeron una pequeña ensalada de algas y un aperitivo, y la verdad es que con eso me ganaron, porque a mí las tapas me predisponen en seguida. Luego llegó mi sopa miso, y aunque estamos ya en verano, he de decir que me sentó divinamente. ¡Estaba riquísima!
Pero lo bueno llegó con el plato principal. Mi acompañante había pedido sushi, y dijo que estaba absolutamente delicioso. Yo, que iba con un hambre absolutamente voraz, me había decidido por el katsu don: un cerdo empanado que viene sobre una pasta hecha con huevo y arroz. Algo hipercalórico para seguir la tarde, que yo soy muy de los platos hipercalóricos.
Pues bien, estaba absolutamente delicioso. El cerdo estaba fantásticamente cocinado, y el arroz con huevo estaba fantástico. Me lo comí en un periquete, y eso que era un plato bastante contundente, y quizá más apropiado para el invierno que para la temporada estival. Eso sí, cada vez que vuelvo a recordarlo, se me hace la boca agua. De postre me hice con un helado de sésamo bastante rico.
El servicio fue atento en todo momento y la verdad es que yo lo encontré todo estupendo. No sé cómo será comer de carta, ni si con el local lleno el nivel será el mismo, pero a mí me sorprendió gratamente. Además, a eso de las dos de la tarde estaba prácticamente vacío, aunque luego hacia las tres se animó muchísimo, así que si quieres comer tranquilo, ya sabes a qué hora llegar…

Quizás estoy siendo más duro de lo que toca otorgando «solo» dos estrellas a este restaurante japonés, pero la verdad es que en mi última visita me he llevado una decepción.
Lo había visitado varias veces y disfrutado de un ajustado, delicioso y bien presentado menú de mediodía en mis visitas por trabajo a la capi. Con la confianza de las sensaciones que me llevé de mis anteriores visitas ayer convoqué a unos buenos amigos para disfrutar de lo que suponía iba a ser una buena comida japonesa. Desgraciadamente y desde la última vez que lo visité la calidad ha bajado. El servicio sigue siendo atento y simpático pero algo fallaba. La presentación… La calidad de los platos…“el toque”? Detecté un cierto «agotamiento» que se transmitía a través de la comida. No voy a decir que fue un desastre pero digamos que ha perdido «la magia» que en su momento tuvo. Espero que una renovación a tiempo devuelva a este negocio el lugar que le corresponde.

Judging from a few of the other comments regarding this sushi restaurant we might have to have a second dinner before giving a 5 star rating. We just happened to have an amazing dinner one random summer night. So, based on that experience, I have to give Samurai the «hat’s off». Just when I was about to give up on the possibility of finding a sushi place in Spain with great sushi at a deserving price, something unpretentious yet fairly serious, with both a good variety of straightforward sashimi, maki, nigiris, and specialty rolls (but not heavy on the mayo or the cream cheese) and creative appetizers, and colder than cold Saporro (claro) we venture into Samurai.
My personal sushi odyssey began 15 years ago in California. By no means am I an expert, but you could say that I’ve been around the sushi block. I know a thing, or two, but principally– I know what I like and I think I’m a good judge of what’s fresh and good. That said, I’ll share my tried & true sushi restaurant test:
1. The miso soup. It should be hot and flavorful, even a little smokey. Ideally it will have scallions, tofu and seaweed. Watery, flavorless miso= not a good sign of what’s to come.
2. The sushi, or technically– the nigiri. The fish (I like to start with Salmon because of the distinct flavor– it’s very, very obvious when it is fresh and when it is not). Color is important and the cut of the fish too. If the cut is wimpy, thin– that’s usually a deal breaker for me. A big old sloppy slab of fish doesn’t work for me either. Ideally it’ll be right in between.
3. The rice. It should be slightly, slightly tangy and it should be perfectly sticky, not gummy. It’s a drag when your sushi falls apart.
4. If the maki is the size of your thumb and the fish is microscopic, that’s also a drag because you are essentially paying for a teaspoon of rolled rice.
5. A yummy ponzu sauce for your sashimi.
5. If there is a sushi bar where you can see your future meal in the refrigerated case and you can watch the chef in action, all the better. I prefer that the sushi I eat not be such a mystery.
Unfortunately, there’s no sushi bar in Samurai, just a small dining area, all in white. Very simple. Other than that, the restaurant passed my first 5 requirements with flying colors. The salmon nigiri melted in my mouth. I could’ve eaten them all night long.
If you like the cocktails, I highly recommend the «Samurai»: sake, lime juice, ice… maybe something else, I don’t remember. But I do remember that it was incredibly refreshing and yummy.
I’m looking forward to trying Samurai Express, their take-​out café at Alcalá, 122.

Yo debí tener muy mala suerte con este restaurante. Por unas cosas u otras los fuimos posponiendo y la verdad es que varias personas nos dijeron que estaba muy bien de precio y de calidad.
De precio sólo era normal. Para dos con bebida unos 40 euros, vamos medio para un japo, no el más barato del mundo, pero caro no es, por supuesto.
Pero la comida no me pareció nada destacable. La tempura no me gustó, si la siento muy grasa me llena y se me quitan las ganas de cenar y bueno… estaba muy grasa. Luego pues los makis y sashimi y demás, pues es que no tengo medida creo que me gustan hasta los que se compran en la nevera del VIPS que alguna vez he pillado para quitar el sincio.
El restaurante no era muy grande pero noté un nivel de rudio bastante elevado cosa que me llamó la atención. Quizá era la noche de los ruidosos.
Uno más, nada destacable pero bueno si estás por el centro es una opción como otra cualquiera.

Me encanta la comida japonesa y me gusta conocer los mejores restaurantes madrileños que la sirven. El pasado año quise agasajar a mi pareja con una cena en un japonés, por un motivo que no recuerdo. Me dejé aconsejar por algunos comentarios vertidos en internet y me decidí a probar este restaurante, que aún no conocía. ¡Qué error más grave! La cena fue un desastre total de principio a fin, creo que incluso acabamos discutiendo. Había borrado este local de mi memoria, hasta que una amiga hoy me ha preguntado si lo conocía y de pronto ha vuelto a mí el recuerdo de aquella nefasta cena. No me gustó nada la comida, que me pareció de pésima calidad, pero tampoco el local, sucio y ruidoso. Para colmo los camareros, que pretendían hacerse los simpáticos, resultaban de lo más bordes. Es cierto que el restaurante estaba lleno, pero es que mucha gente no tiene criterio ni entiende de comida japonesa. Tal vez fue simplemente un mal día, pero la cena se me atragantó y no estoy dispuesto a dar otra oportunidad al Samurai, lo siento.

No es un restaurante que sirve sólo para quitarse el mono de Susi. Si se pone una parte de la balanza el precio, y en el otro de la calidad se obtiene un preciso equilibrio. Todas las variedades de la cocina japonesa bien elaboradas, pescado de confianza y deliciosos postres. Presentan platos combinados de susi, sasimi y makis, sabrosas sopa de miso, platos combinados con algas, y postres de diseño como su ensalada de fruta con chocolate que combina muy bien con la naranja y el plátano, o helados con sabor legumbre o té verde.
La primera vez que lo conocí fue gracias a una amiga peruano japonesa que quería enseñarme a degustar su comida materna, desde que me dio los cuatro consejos básicos para saber que pedir, y el manejo básico de los palillos no he dejado de regresar siempre que la ocasión lo merecía. Lo mejor siempre para iniciarse en un tipo de comida es ir a los lugares buenos, lo que no significa que resulten los más costosos. Los 40 euros que invierto cada vez que voy no me duele gastármelos.