Juli, la dependienta de esta panadería, es una persona muy atenta. Entré en el comercio porque me interesaron las torrijas que vendían. Las hacen allí y también venden un pan especial para hacerlas en casa. Le pregunté si era posible encargar torrijas para muchas personas, porque tengo planeado hacer una barbacoa en estas fechas de Semana Santa y voy a invitar a mucha gente. Me dijo«SIn problema, lo único avísame con tiempo y yo te las consigo». Es una mujer muy amable. Justo a la salida de la panadería había un puesto de ropa de segunda mano, no se muy bien si era de alguna vecina de al lado o es que acostumbran a montar allí ese mini-mercadillo… el caso es que la ropa no estaba nada mal.