He ido una sola vez a esta pequeña relojería, concretamente para cambiar la pila a un viejo reloj que me regaló mi padre, y me gustó tanto el trato que no he dudado en ponerle cinco estrellas. Pude observar que, pese a ser una tienda pequeñita, tienen un montón de género. La dependienta es superamable, y me atendió muy bien y con mucha simpatía. Sin duda, volveré.