Registro Civil Único de Madrid

La atención de los empleados de información fue fenomenal, rápida y al grano, muy amables. No puedo opinar del resto del establecimiento, pues no pasé de la sala principal.

Dos veces tuve que acudir a Pradillo. Una de ellas a por un certificado de nacimiento, y bueno como siempre en estas cosas tuve que esperar en una oficina a la que ya le empiezan a pesar los años y presenta ese aspecto decadente de los emplezamientos burocráticos públicos, tan marrone, tan desconchados, tan todo…
La segunda vez fui al ser testigo de una boda. Una curiosa boda en la más estricta intimidad en la que sólo estábamos los novios, el otro testigo y yo.
Mientras esperábamos a la boda a la que iba yo veíamos a varias parejas más en la misma situación. Como era un día entresemana, por la mañana, las bodas eran rarísimas. Un par de parejas de chinos, varias de español y no español, casi ninguna con invitados… Dentro la ceremonia, por decirlo de algún modo, fue bastante triste: 5 minutos leyendo artículos, y unas firmas y ya está.
Pero es una historia que no tiene cabida aquí Para todos allí era un trámite y por lo tanto los funcionarios se limitaron a cumplir con su trabajo y a esperar a los siguientes.

Yo no voy a muchas bodas (ni falta que me hace), pero si se casa tu hermana, está feo no ir. Y es por eso que conozco el Registro Civil Único, pues en mi casa no somos muy de bodas por la iglesia y mi hermana decidió dar el «sí quiero» por lo civil.
El lugar en sí es viejete, tiene pinta de no haberse renovado en años, pero cumple su misión, además, igual es porque fue un jueves de finales de verano, pero apenas había gente y todo fue muy rápido.
Además de celebrar bodas por lo civil, aquí puedes realizar inscripciones de nacimiento, adopciones y emancipaciones, certificados de nacimiento y defunción, cambios de nombre y apellido, etc.