Quinn’s Irish Pub

En este bar viví una de las peores experiencias que se pueden tener en estos recintos. Me encontraba el pasado sábado 16 marzo en la discoteca quinns y el 17 de marzo por la mañana me disponía a salir con mis amigos. En la salida una clienta estaba sumamente agresiva con nosotros y cuando le pedimos calma y respeto empezó a golpearme en la cara varias veces reventandome la nariz. Ante esta agresion yo decidí salir de la discoteca mientras la señorita seguía golpeándome. Ya estando fuera del bar empecé a explicar la situación a mis amigos y clientes.

Un guardia de seguridad, sin justificación, me pidió que abandonase el lugar y que en sus palabras “dejara de hacer escándalo por lo sucedido”. Ojo, yo ya estaba fuera de la discoteca y me encontraba en la calle. Yo le dije que no tenía ninguna justificación para abandonar el lugar. Ante la negatoria el guarda me agarró del saco y me empieza golpear en cara junto con la otra cliente que lo estaba alentando para que me golpeara. Cabe aclarar que yo en ningún momento respondí a tales ataques. (Tengo fotos de las heridas y habían varias personas presentes)

Esto es completamente insólito e indignante, me dejaron múltiples heridas en la cara, y me tocó ir corriendo al hospital.

Dejo acá constancia de la denuncia pública sin embargo tomate medidas más severas.

5 € la pinta y sin nada que comer… Me voy al «Húmedo»…corriendo ¡¡¡¡¡

Ni pub ni irlandés. Se trata de una discoteca de pachangeo hasta medianoche cambiando por el tecno después, qué quizás hace un tiempo muy lejano fue un pub irlandés donde podías beberte una pinta con música celta y algún deporte de fondo.
Actualmente, algún resquicio de eso, queda en la fachada y en la decoración interior. Pero, lamentablemente, no es nada de mi agrada. Además de no ser un pub, es un local caro, que si no eres tía no te atienden y que dependiendo de la hora que sea, te pueden cobrar entrada por acceder. Como es los pocos sitios grandes que cierran tarde suele haber mucha gente y se aprovechan de ello.
Si tu idea es un pub irlandés para beberte una pinta tranquilamente, este no es el sitio.

Buen sitio pero no saben aprovechar la estupenda situación que tienen.
Los floreros adornan muy bien pero lo de atender. ..

Bueno, me da miedo hacer una reseña del Quinns, porque no sé por donde cogerlo. Irlandés irlandés… no es del todo. Sólo el nombre y la decoración de la planta principal, eso si, algo parecido a una taberna irlandesa. Suelo de madera, una barra generosa, barriles a modo de mesas, variedad en cervezas. Y luego está el «peeeeero», un garito que abre hasta las 6h para calmar a las fieras teenagers (y no tan teenagers, es decir, los «maduritos» y muy maduritos) con música en la planta de arriba y la principal. La de abajo directamente es un karaōke.
Dios me libre decir que si, he cantado en ese karaōke, y como buena gambitera me lo he pasado pirata, pero esa no es la cuestión. Aquí vengo a hablar de mi libro, o de este local, más bien. Hace años cuando se inauguró la verdad es que era siempre una buena opción para tomarte algo por el barrio y echarte unos bailoteos en la planta de arriba (música comercial, of course), pero el ambiente con los años (para mi) ha ido empeorando. Quizá por ser el sitio que cierra hasta las tantas y aquí es un «aquí todo vale» y entra toda clase de gente, porque que yo sepa no cobran entrada (mención especial a los 2 cuatro por cuatro que tienen por puerta). Si consigues estar «en lista» (aquí me sorprende todavía que funcionen las listas, porque joer… sigue siendo un garito de barrio y me choca que lo camuflen como una discoteca-​pub como la que está en el centro y no es tan reshulona como la pintan), posiblemente te hagan ofertas de 2 copas por tanto.
He de añadir una anécdota que me ocurrió hace unos años con este local, por eso quizá no le tenga tanto aprecio como debería, y la última vez que estuve fue por fuerza mayor y una cena familiar que se te va de las manos y la gente pide «karaokeeee karaokeeee», pero bueno, al grano. Si mal no recuerdo hace cosa de 6 o 7 años, una Nochevieja mis amigas y yo decidimos celebrar esa noche con unas copas por el barrio y pensamos en el Quinss por ser la mejor opción, bailoteo y alcohol hasta las mil. Pero cuál fue nuestra sorpresa que cobraban por entrar esa noche. ¿cobrar por entrar en una discoteca de barrio? WTF, nuestra indignación nos hizo cambiar de elección. Y creo que desde entonces procuro no pisarla si no es por fuerza mayor.
Y precios, bueno, recuerdo el último día copas a 7 € (que ya me parece una pasada). Ah, y tiene ropero gratis y tele para los futboleros.

Supongo que habéis visto la típica peli americana en la que construyen una casa encima de un cementerio indio y luego los espíritus de los muertos no dejan vivir a los nuevos inquilinos. Pues aquí pasa lo mismo. Este pub irlandés nació sobre lo que antes fue una discoteca llamada La Noche, lugar en el que vendían el peor güisqui del barrio y ponían el bacalao más abyecto.
Pues aquí siguen poniendo la peor música. El alcohol, eso sí, es decente. Pero el ambiente no parece de un irlandés.
Lo mejor, que es grande y que casi siempre está abierto, así que como opción de emergencia no está mal.

Este sitio es muy divertido, pero sobre todo me trae muy buenos recuerdos porque aquí es donde ví la final de la Eurocopa que ganamos con España…
Ese día será siempre inolvidable, ese verano íbamos a ver todos los partidos de la competición al Quinns, empezábamos de cañas y acabábamos de copas.
La última vez que fui estuve en el Karaōke de su planta baja y nos lo pasamos genial, fue en diciembre en el cumple de una amiga, la única pega es que ponían las canciones siempre a los mismo, se ve que eran conocidos de los camareros, pero por lo demás genial

Aluche necesitaba una taberna irlandesa para que sus habitantes se creyeran ese dicho, que dice que España es el país con más bares de este tipo del mundo por detrás de Irlanda. Nada tiene que envidar en la cerveza que sirven a los sitios más céntricos, sí en su ambiente.
No se trata de un lugar en el que se organicen conciertos, ni destacable por su música. Generalmente pasan canciones comerciales hasta la medianoche, para pasar posteriormente al tecno. En fin de semana, habilitan en su planta de abajo un karaōke. Pese a todo la decoración es la propia de un local irlandés, a pesar de meter con calzador todos estos elementos inéditos en cualquier club de este tipo. Su gran ventaja es que permanece abierto casi siempre, independientemente de la afluencia que haya. Incluso en las fechas más ingratas de navidad, y vísperas de puentes en los que Madrid es un desierto… no echa el cierre.