Llevé un edredón a limpiar porque tenía unas manchas de café con leche. Me cobraron 30 euros que tuve que pagar al dejarlo. Cuando lo recojo tenía las mismas manchas y ante mi queja el propietario se puso impertinente y, hasta diría que con cierta agresividad, me dice que esas manchas no salen. Preferí irme ya que detesto discutir con personas sin educación, y al llegar a casa compruebo que el edredón está sin tocar. Con una toalla húmeda quito perfectamente las manchas de café. Conclusión: he sido estafada