Pintaencopas

Cuando me dijeron el plan para el sábado por la tarde «vamos a pintar unas vajillas y tomar café» pensé «ehh. ¿qué tipo de broma es ésta… ?» pero después de mi experiencia aquí tengo que pensar diferente. Creo que me hago mayor y estoy viendo que hay propuestas (muy diferentes a lo que suelo hacer habitualmente y que pienso que en la vida iba a hacer) que resultan ser una sorpresa.
Pues eso, éste sitio es una propuesta original, divertida no sé (de eso hay que ponerlo uno mismo), y diferente para esos planes que organizan (por ti) para celebrar algo. En este caso reunión de chicas o mejor aún. una «despedida de soltera» diferente a todo lo que yo tenía en mente. Hicieron reserva (obligatorio si cae en fin de semana) para el sábado por la tarde para nuestro grupo de 9, el lugar siempre está repleto de gente (yo los he colgado el san Benito de «frikis», porque había tanto gente mayor, matrimonios, gente joven y grupos de niños para entretenerse, pero… qué hacen la gente de mi edad un sábado por la tarde pintando tazas? estamos locos.?) así que se recomienda llamar para reservar una mesa, si no quieres pintar monas en la calle.
Hay que ir mentalizado que vas a intentar disfrutar de 2 horas de una nueva experiencia, no va a doler, os lo aseguro, pero si vas con gente animada o que ayuda a animar la reunión, las risas están aseguradas. No creo que hubiera ido jamás como una reunión seria. esa palabra no entra en mi vocabulario.
No podía entrar a este sitio donde teníamos la cita el sábado por la tarde sin ántes haberme entonado con unas cañas, así que menos mal que una amiga y yo (que pensábamos igual sobre esta actividad) decidimos que sería mejor entrar con alguna que otra cerveza encima. Verás tú qué risas.
Pues ésto es fácil. Es un especie de tienda-​taller, donde allí mismo eliges entre un montón de vajilla de barro una pieza en la que plasmarás tus dotes de bellas artes, si es que tienes de eso. La dueña hace de profesora que explica cómo va la historia. Eliges una pieza para pintar (creo que la más barata eran unos 10 €, hasta 30 €, hay tazas, platos, azucareros, jarrones, jarras de cerveza, termos.), los colores que están en un mueble (con una pequeña muestra del color que se verá una vez haya pasado por el horno), pinceles de todos los tamaños, plantillas, dibujos, esponjas. Te vuelves a tu mesa con tus herramientas y tienes dos horas para darle a la imaginación.
Para ese ratito te puedes servir un café o una infusión las veces que quieras, todo gratis (me quedé flipando, ya podría haber una mini neverita con unas latas de cerveza). Cuidado no confundiros de taza cuando limpiéis los pinceles en la mesa y los metáis en vuestra taza de café :)
Cuando acabes de pintarlo, te cobran y dejas tu pieza para que la cuezan y la puedas recoger a los días y te la lleves a casa. Así de fácil.
En mi caso, que «celebrábamos» una despedida de soltera un tanto diferente, tenía claro que si pintaba algo. debía rozar lo cachondo y prohibitivo a los ojos de una monja. Elegimos colores, una pieza a pintar y creo que ya tenía una idea. Mi amiga (la de las cervezas) y yo, que ya íbamos un tanto alegres se nos dio un tanto de pena. no sé por qué. a mi me encantaba pintar en el colegio! Pero bueno, como pude le di a la imaginación y empezó a salir algo. Me da vergüenza subir la foto de mi obra de arte. Verás qué risas cuando vuelva la dueña-​profesora por nuestra mesa y empiece a ver los «detalles» de nuestra vajilla!!! jajajaja
Conclusión: puedes sacar de éstas experiencias el lado más gracioso y cachondo, porque o te da por reir como a nosotras de las cosas tan horrendas que estaban saliendo o te da por evadirte un rato y desestresarte plasmando en una taza o plato tus frustaciones mentales en pintura.
Yo me lo pasé al final en grande, eso si, deseando que acabara porque un café en dos horas un sábado por la tarde me estaba quitando tiempo a tomar una cerveza bien fresquita.
Como experiencia diferente lo recomiendo para los que quieran subidones de pintura y café. No descarto volver con otro grupo de amigas, porque en el fondo, ese rollo «bohemio» y tal les gusta. así que fijo que acierto.
PD: venga, os dejo foto de mi taza

Este espacio es una propuesta muy original, seleccionas una pieza de barro (tienen muchos modelos: platos, vasos, huchas, taza…), escoges los colores, pinceles, plantillas (si quieres)… y mientras estás tomando café o té (todo el que quieras, porque es «gratis») diseñas tu pieza.
Pongo gratis entre comillas porque evidentemente lo estás pagando al adquirir la pieza de barro (que la cuecen y la puedes recoger otro día), la más barata que vi eran 11 €. Pero como experiencia o para hacer un regalo original puede ser una buena idea.

Pinta en copas es una divertida tienda donde te ofrecen una extensa selección de piezas de barro que incluye tazas, platos, teteras, vajillas… y tu eliges las que te gustan, las compras, y allí mismo te sientas a pintarlas con los materiales que ellos te proporcionan. Una vez tu obra está acabada, se la dejas y ellos la hornean y al cabo de unos días la puedes pasar a buscar. A la hora de pintar no te meten ninguna prisa, y si ese día no acabas, ellos te lo guardan y puedes volver otro día para seguir con ello. Son muy amables y te ayudan y resuelven cualquier duda que tengas. Una vez tu pieza está acabada, agradecen mucho si se la dejas unos días para exhibirla en su escaparate, ya que les gusta fardar de lo hábiles (o no) que son sus clientes. Además, mientras pintas, te puedes tomar todos los tés y cafés que quieras, por cuenta de la casa. Un plan bastante divertido para los amantes de las manualidades, y una muy buena opción para hacer ese regalo personalizado y diferente que a todos nos apetece hacer de vez en cuando. Si vais a ir más de cuatro personas a pintar, conviene reservar.

Las cosas originales, en ocasiones, no salen muy bien. Otras veces, afortunadamente, triunfan. No voy a decir como la Coca Cola.
Y esto es lo que pasa en Pintaencopas. Cuando lo abrieron allá por el 2007, las malas lenguas que pasábamos por allí, decíamos que no iba a durar nada. Pero se lo han sabido montar muy bien.
Como dice el compañero, realmente puedes pintar casi cualquier cosa. A mi, que soy un poco desastre, me recuerda un poco mi época de campamentos, o la del cole cuando llegaban esos días del Padre/​Madre que les acababas regalando unas cacas (hechas con amor, pero cacas). Pue a mi aquí me pasa igual. Le echo ganas, me ayudan, y siempre voy pensando: «este cenicero para…».
Al final, el cenicero o lo que sea, lo guardo en lo más recóndito de mis vergüenzas. Sobre todo, cuando veo el artisteo de algunas niñas que van con sus padres… En fin.

Descubrí esté sitio cuando fui a la inaguracion de un local de danza de un amgio que está justo al lado.
El caso fue que por culpa de el llegue bastante bastante tarde a la inaguracion, pues me engancho la magia artística del local, eso de tomarte un café o un te y poder pintar es una genialidad.
Me lo pase en grande alli con mi chica, pintamos dos tazas especialmente horribles y luego aunamos nuestras fuerzas para pintar una taza super friki que aun tenemos en casa (Con un pacman, la trifuerza, una seta de super mario…)
siempre que mi bolsillo me lo permite voy a pintar algo por allí. casi siempre lo dejo allí y nunca jamas lo recojo, pues lo hago simplemente por pasar el rato y sacar mi lado artístico un ratillo de paseo

Para empezar, la idea es genial: mientras te tomas un café o un refresco puedes echar un rato pasándotelo pirata mientras pintas una taza, una tetera, una cucha… digoo… un marco o cualquier objeto. Luego lo dejas un par de días para que seque y puedes pasar a recogerlo. Aunque sea menos divertido, siempre es recomendable pintar una taza que no sea la misma en la que estás bebiendo. Y da igual que seas un cenutrio artístico como yo, también puedes picarte a ver quién hace la taza más horrenda o la combinación de colores más inopinada. Por cierto, he visto bastante gente que va con chavalines y creo que se lo pasan casi tan bien como los «adultos».