Petri

Tengo una amiga que se ha mudado recientemente a este barrio, y la verdad es que siempre me ha hablado de este sitio. En plan «es que el Petri es lo máximo». Así que aprovechando una reciente visita, me llevó a conocer este sitio que por estar, está bien fuera de mi terreno habitual, y lejos de casi cualquier cosa que yo suela frecuentar.
Pero no se quedaba corta, porque la verdad es que el Petri mola. Si bien ya me había avisado ella de que lo más rico era la carne, como estábamos allí cenando una noche de verano y hacía un poquito de calor, decidimos por optar por platos un poco más suaves y para compartir. Así, en la mesa terminamos con una sepia, un poquito de bienmesabe y unas patatas bravas –entre otras cosas – , todo para compartir.
Todo me pareció que estaba muy rico, y las raciones muy en consonancia con los precios, incluso me atrevería a decir que un poco más grandes de lo que te esperas (algo que siempre es algo bueno). La elaboración no es mucho más sofisticada que la de cualquier bar de tapas del barrio, pero sales bien cenado por una cantidad irrisoria de comida. Definitivamente, si estás por Hortaleza… ¡tienes que ir a Petri!

Pero ¿qué se me ha perdido a mí en Hortaleza? Pues si tu familia no vive allí, como la mía, poco. Pero si de repente tienes que estar en ese barrio por algún motivo peregrino y no sabes dónde comer, este restaurante de tan glamouroso nombre es de lo mejor que te echarás a la boca. Porque, aunque se llama Bar Petri, es un restorán en toda regla.
En verano está muy bien porque tiene una gran terraza donde encima corre el aire. En invierno también pero sales con un poco de olor a carnaza. Lo primero que llama la atención al entrar es su decoración, muy demodé con fotos de toreros e incluso (glups) una cabeza de toro disecada. No hay que dejarse llevar por la primera impresión porque lo bueno de este local está sobre la mesa. Lleva más de 30 años funcionando y siempre está lleno: por algo será, no?
Su especialidad son las carnes (chuletón de Ávila, entrecotte… impresionantes) aunque hacen muy bien los pescados al horno (la merluza o el bacalao están deliciosos, aunque el atún a la plancha les sale de 10). Además, sus tapas no tienen desperdicio: les sale el rebozado de los calamares a la romana como los ángeles, las patatas bravas, las tortillitas de bacalao… De lo que más me gusta son las setas empanadas con jamón serrano ¡una maravilla!
Desde luego que si estás a dieta no es tu sitio porque las raciones son muy abundantes, todo tiene patatas (las fritas son caseras, divinas, y los platos al horno llevan también horneadas) y está todo tan rico que te acabas el plato. Los postres, como era de esperar, de los de toda la vida: flan, arroz con leche, natillas, tarta de queso casera…
Para ser un sitio en Canillas donde suelen ir locales (y lo llenan) no es barato, y es que todo es de muy buena calidad y hecho como Dios manda. Por ejemplo, la carne no baja de los 17 euros. Que pagas muuuuy a gusto. Ah, tienen menú del día entre semana que cuesta desde 9 euros el plato único con bebida y postre. Pero a mi familia le encanta para las celebraciones de cumpleaños; si tiene el visto bueno de mi abuela, tiquismiquis como ella sola para la comida, creedme que es EL sitio.