Mi pescadería favorita. ¿Por qué? Por todo; la oferta que tiene, que no es mucha, pero es más que suficiente porque todos sus productos tienen calidad, el trato, los precios y lo mejor de todo por el arte que tiene Carlos al limpiar, filetear y cortar los pescados. Como un cirujano, saca todos sus enseres, en este caso cuchillos, y con cada uno de ellos va dejando la pieza al gusto del comprador; ora con éste le quito unas barbas, ora con el otro la espina central. ¡Atención que va a filetear el gallo! Oooole. Y ante todo, sinceridad:¿Qué tal están hoy los lenguados para el niño? Pues mira, llévate mejor los salmonetes que están más fresquitos. ¡Eso es lo que es saber vender! ¡Olé, olé y olé!